Tras el robo ocurrido el domingo frente a una iglesia del kilómetro 2, Diego Rivero logró recuperar su motocicleta gracias a la colaboración de vecinos, familiares y compañeros de trabajo.

“El domingo a las siete y media de la tarde mi papá fue a misa con la moto y la dejó estacionada afuera. Cuando salió, ya no estaba más”, relató Diego. 

Inmediatamente comenzó una intensa búsqueda por distintos barrios de la ciudad —como 20 de Junio, Pinares y Elena— mientras se radicaba la denuncia en la comisaría.

Durante las horas posteriores, Rivero recibió varios llamados de desconocidos que intentaban extorsionarlo: “Me decían que tenían la moto, que estaba en un desarmadero, y me pedían plata. Me pasaron hasta un alias para que les transfiera, pero les pedí una foto para confirmar y no me mandaron nada. Grabé todo y entregué esos datos a la Policía”.

Finalmente, cerca de las 2:30 de la madrugada, un vecino alertó que había visto una moto sospechosa escondida en un campo detrás de la cancha del barrio Primavera. “Mi vecino la vio, le hizo señas al conductor y el tipo quiso darse a la fuga. Se cayó, dejó la moto tirada y escapó al monte”, explicó Diego.

Además, valoró el apoyo que recibió: “Desde que nos enteramos del robo estuvimos buscando hasta las tres de la madrugada. Agradezco a todos, a mis vecinos, mi familia y especialmente a mis compañeros de la Municipalidad, del área de recolección. Todos se pusieron a disposición desde el primer minuto”.