Este miércoles 11 de junio abrió sus puertas la panadería Pan de Vida, ubicada en el kilómetro 8 de Eldorado, sobre la Avenida San Martín 1352, frente a la Cooperativa de Electricidad de Eldorado (CEEL). El proyecto fue impulsado por la Fundación CAPA, una organización local dedicada a la recuperación de personas con problemas de adicciones. En comunicación con Eldópolis Radio 106.3, su director, Rubén Darío Galloso, brindó detalles sobre el origen y el propósito de este nuevo espacio.

“La base de nuestro tratamiento es espiritual. Ofrecemos el pan de vida que alimenta el alma, que es justamente Cristo, la Palabra de Dios”, explicó Galloso, y agregó que de ahí proviene el nombre de la panadería.

El emprendimiento tiene un doble propósito: por un lado, es una herramienta para la reinserción social y laboral de las personas en proceso de recuperación; por el otro, busca generar ingresos para sostener las distintas actividades de la fundación. “Nuestra motivación fundamental para armar la panadería es la reinserción. Que la gente pueda capacitarse para ser útiles también para su vida y para la sociedad”, destacó Galloso.

La panadería cuenta con una amplia variedad de productos, elaborados por un maestro panadero que también forma parte del proceso de recuperación. “Él fue un profesional que probó el pan de vida y eso cambió también su vida. Ahora está enseñando el oficio a otros”, comentó Galloso. Entre los productos que se ofrecen se encuentran pan, facturas, tortas, tapas de empanadas y prepizzas, además de especialidades de repostería.

En cuanto al funcionamiento, los horarios de atención serán de 8 a 12 y de 15 a 20 horas. Galloso indicó que se encuentran reorganizando internamente el equipo de trabajo para responder a la demanda del nuevo emprendimiento.

Actualmente, la Fundación CAPA alberga a unas 35 personas en la casa de varones, y está iniciando un espacio para mujeres, donde ya viven cuatro chicas junto a sus hijos. “La idea es que no se pierda el vínculo afectivo, y que los niños también tengan un acompañamiento educativo. No es solamente trabajar con las madres”, señaló.

Finalmente, Galloso subrayó que lo más valioso del trabajo que realizan es el cambio real en las personas. “El fruto mayor es que las personas cambien. Gracias a Dios podemos mostrar los frutos del trabajo que hacemos. En cada sector ya hay una persona rehabilitada que lo está llevando adelante con responsabilidad”, concluyó.