«¿Para qué yo voy a sumar un elemento más de disputa si lo que nosotros necesitamos no es pelearnos entre nosotros, es pelearnos con los otros, discutir con los otros?», planteó el presidente; volvió a defender las PASO.
El presidente Alberto Fernández habló por primera vez tras desistir de su reelección y aseguró: «Nunca seré un obstáculo a un proyecto colectivo». También volvió a defender las PASO como vía para definir los candidatos del Frente de Todos.
«Siempre digo que una de las cosas que más me ha complicado la vida en política es la racionalidad, porque la política tiene una parte de audacia que a veces te hace caer en piletas vacías», comenzó el mandatario, en diálogo con el programa El mañana, que se emite por Nacional Rock.
«A mí, la racionalidad siempre me gana. Para mí, era lo que tenía que hacer en el momento en que lo tenía que hacer«, afirmó.
En esa dirección, dijo que su principal preocupación es que «la derecha no vuelva a gobernar la Argentina» y aseguró que «nunca» será «un obstáculo a un proyecto colectivo». «Aprendí con Néstor [Kirchner] que la política es un proyecto colectivo y que por lo tanto tenemos que asumirla de ese modo», indicó.
«¿Para qué yo voy a sumar un elemento más de disputa si lo que nosotros necesitamos no es pelearnos entre nosotros, es pelearnos con los otros, discutir con los otros?», planteó.
Al abordar las diferencias dentro de la coalición gobernante, sostuvo que «hay que resolverlas discutiendo y con el voto de la gente, sin dramatizarlo».
«Del Frente me interesa hablar más para adelante que para atrás», dijo. Sin embargo, profundizó sobre la discusión interna: «Algunos tomaron como bandera un problema que teníamos que resolver«.
«Esta historia de por qué le pagaste al Fondo. Porque sino China me cortaba el Swap. ¿Por qué no arreglaste con [Vladimir] Putin? El primero que me felicitó por el acuerdo con el FMI, fue Putin. Vivir en un mundo en default con el Fondo es una cosa inimaginable«, respondió Fernández las críticas del kirchnerismo. Y graficó: «Es como decir ‘me voy de la Liga de fútbol y me quedo solo en el barrio jugando con mis amigos’«.
El Presidente dijo que no había diferencias dentro de la coalición respecto del programa económico, pero marcó que «algunos piensan que la distribución del ingreso sólo se da en el salario». Justamente, un sector del oficialismo volvió a reclamar una suma fija para los trabajadores, a partir del repunte de la inflación. «Yo creo que habré sido el gobierno que más redistribuyó el ingreso en Argentina», aseveró.
Para reforzar su afirmación, detalló: «Si se miran los últimos 10 años previos a nuestra llegada al gobierno, la inversión social era 0,4% del PBI, hoy es 1,1%, tres veces eso». «Eso es distribución del ingreso», declaró.
Alberto Fernández defendió las PASO
«Tengo la impresión de que hay dos miradas en el Frente, que por momentos se chocan. Y lo mejor es que eso lo resuelva la gente», declaró el presidente al volver a defender las PASO como mecanismo para que la sociedad elija a los mejores candidatos del oficialismo.
En ese sentido, dijo que Agustín Rossi o Victoria Tolosa Paz son dos buenos dirigentes que representan al espacio que integra el presidente. También incluyó en esa lista a Daniel Scioli, oficialmente lanzado.
«¿Y Cristina?», le preguntaron. «Si quiere ser, puede serlo. Lo que quiere hacer, lo resuelve ella. Si Cristina se quiere presentar, que se presente, Qué se yo (sic). No tengo ningún problema, tiene muchos méritos», contestó. «Y Sergio [Massa] también, si tiene vocación, puede presentarse», agregó.
«Si digo que hay que democratizar, es porque creo que ya no debe haber nadie que señale un candidato», enfatizó Fernández. E incluso reconoció que él fue designado como candidato a través de ese esquema. «No quiero prolongar eso», dijo.
«¿Desde cuándo al peronismo le trae un dolor de cabeza que la gente opine?», manifestó.
Otras definiciones del Presidente
Fernández hizo un repaso de su gestión y volvió a marcar el impacto de la pandemia de Covid-19 y la guerra. «La política te expone a lo impredecible», indicó. Y continuó: «Yo puse ahí todo de mí, dejé todo de mí. Soy un presidente que dejó todo de él y no se llevó nada, he actuado con absoluta honestidad y absoluta transparencia. Y creo que los esfuerzos sirvieron y dieron resultado».
En ese sentido, sostuvo que se pudo «sobrellevar bastante bien» la crisis sanitaria que provocó el coronavirus. «Nos queda el número de las 130 mil muertes, que es muy doloroso. Pero lo que nadie advierte es que 11 millones de personas se enfermaron, y nadie repara en las 10.870.000 personas que se recuperaron en el hospital público», recalcó. «Es mucho más difícil mostrarle a la gente lo que no ocurrió, que lo que ocurrió», sumó.
Fue allí que se quebró al recordar un mensaje en particular que recibió en redes tras el video en que anunció que no iría en busca de un nuevo mandato. «Fueron impactantes, hubo uno que me impresionó mucho. Lo pienso y me emociona», expresó.
«Una señora -relató- me dejó un mensaje que decía: ‘mi mamá primero murió por el Covid, después mi papá por el Covid. Pero los dos murieron en una cama digna de un hospital público bien atendidos». «Y me parece que hay un momento en donde todos toman noción de lo que nos tocó», completó, aún movilizado.
Al ser consultado sobre si a su Gobierno le faltó un «relato» para afrontar ciertas situaciones, fue tajante: «Al relato lo detesto, porque el relato en política supone la construcción de un relato. Eso siempre tiene una parte de ficción, y a mí no me gusta la ficción en política, me gusta discutir política».
«Tengo pasión e ideales, y los tengo muy firmes. Y convocar a esa pasión e ideal me parece maravilloso«, aclaró Fernández. «Pero no contando la verdad a medias. Eso es lo que hace el relato«, apuntó.
«¿Dónde aparece en esencia un relato? En un cuento o en una novela -explicó-. Allí, le ponés la cuota de lo que querés ponerle. Cuando aparece en política, le ponés la cuota de épica en donde ganás, y te olvidás de las cosas que están mal, las pones a un costado, esa parte no la contás».
Consultado sobre si el nivel de pobreza no denota una falla sobre el programa, indicó que con este nivel de inflación, los salarios de los trabajadores informales «se retrasan mucho y ahí se produce un aumento importante de la pobreza». «Los que trabajan formalmente no pierden con la inflación, tenemos 102 negociaciones paritarias abiertas«, destacó.
El mandatario admitió que es difícil que toda esa gente ingrese a la economía popular, y que por eso es necesario «reglamentar» la economía popular.
Allí, volvió a recordar el punto de partida de su gobierno. «[Mauricio] Macri nos dejó 55 puntos de inflación y 36 de pobreza. Ahora hay casi 100, es verdad, y casi 40 puntos de pobres. Si se tiene en consideración que te comiste lo que dejó Macri, una pandemia, una guerra y una sequía, esos cuatro puntos se explican bastante«, justificó.
«Macri recibió un país sin deuda, con un déficit fiscal de menos del 3%, con una economía que funcionaba, con una inflación de 25 puntos», contrastó con el arranque de su gestión.