La Asociación Bancaria (AB) y las cámaras empresarias que agrupan a las entidades financieras sellaron este viernes un aumento salarial de 32,5% por cinco meses con la novedad de convertirse en el primer acuerdo paritario que incluye el pago de una compensación especial por los descuentos derivados del impuesto a las Ganancias que llegará hasta $ 450.000.
La incorporación de ese beneficio en un acuerdo paritario supone un antecedente clave para el resto de los gremios que representan a trabajadores con sueldos por encima del piso salarial para el pago del tributo, que actualmente se ubica en $ 404. 062, un límite que si bien se ajustó en enero, quedó desactualizado frente a la inflación y los aumentos salariales acordados en distintas actividades.
En esa línea, los poderosos gremios del transporte volvieron a reclamar la semana pasada una definición del Gobierno para que los principales adicionales de convenio de sus respectivas actividades queden exceptuados del pago del impuesto, bajo amenaza de lanzar un duro conflicto.
El entendimiento bancario, cerrado después de meses de negociaciones y la audiencia de este viernes que se extendió por más de 6 horas, fijó que el incremento salarial de 32,5% establecido para el período enero-mayo, se aplicará en forma acumulativa en cuatro tramos: 6% retroactivo a enero, 7,1% para febrero, un 11% para marzo y el restante 8,4% en mayo, mismo mes en que está prevista la revisión del aumento.
Con ese esquema, el salario inicial de la actividad (la menor categoría) será desde enero de $ 254.418,11, en febrero alcanzará $ 271.352,63, trepará desde este mes a $ 297.744,12 para completarse desde mayo en $ 317.897,64.
La compensación por Ganancias
Pero, tras el insistente pedido del gremio conducido por el dirigente K Sergio Palazzo, la principal novedad del acuerdo firmado por la AB con las cámaras ABA, ADEBA, ABE, Abappra y el Banco Central fue la incorporación por primera vez de una compensación por los descuentos de Ganancias que variará según las categorías de la actividad.
Para la categoría más baja del convenio ese pago será de $ 50.000 (salario de hasta $ 301.695) y para la categoría más alta (salarios de hasta $ 1.200.000) alcanzará a $ 450.000. Ese adicional, que quedará exento de tributar por el impuesto, será abonado como una suma extraordinaria no remunerativa en dos cuotas, los meses de mayo y septiembre.
Desde las entidades financieras, en tanto, desestimaron que el suplemento especial acordado con el gremio se efectúe bajo el concepto de compensación por Ganancias y explicaron que se trata de «un bono por trabajo durante la pandemia» por Covid.
El acta firmada ante el Ministerio de Trabajo señala que se trata de «una gratificación extraordinaria de pago único e irrepetible como reconocimiento especial por los esfuerzos realizados y gastos extraordinarios» de los trabajadores entre 2020 y 2022. Pero en otro párrafo del entendimiento se consigna que el bono extraordinario «no es aplicable para las entidades financieras que reintegran el impuesto a las Ganancias a sus trabajadores.
Por otra parte, también el acuerdo definió los lineamientos del pago especial por el Día del Bancario, que ascenderá a $ 273.511,56 para la categoría inicial del convenio.
Desde el gremio que conduce Palazzo indicaron que, más allá del suplemento especial acordado para reducir la carga salarial de Ganancias, solicitarán a las autoridades de la AFIP y la Secretaría de Ingresos Públicos la reducción del tributo sobre una serie de adicionales de convenio que incluyen el suplemento por participación en las ganancias del sistema financiero (ROE), fallas de caja, bonos por productividad, vales alimentarios, y viáticos y gastos de movilidad.
Gremios no le creen a Massa
El aumento salarial de los bancarios, que fijó una suba de 32,5% por cinco meses más el adicional por Ganancias, se desmarcó de la estrategia del ministro de Economía, Sergio Massa, que pretendía generalizar un esquema de una suba anual de 60% mediante dos acuerdos semestrales de 30%.
En buena medida, la inflación acumulada durante el primer bimestre del año -en los que Massa prometía una reducción sustancial para terminar en marzo en una suba de precios de 4% mensual- alimentaron la ofensiva de los sindicatos, especialmente aquellos liderados por referentes cercanos al kirchnerismo, de consolidar un esquema alternativo.
La estrategia contempla subas promedio de 40% por seis meses, convenios cortos en base a la inflación futura y hasta la indexación mensual de los aumentos, una apuesta que también se vio apalancada por la posición del gobernador Axel Kicillof, que habilitó aumentos de 40% para docentes y estatales bonaerenses.
Enrolada en ese objetivo, la conducción de la UOM, en manos del dirigente K Abel Furlán, reclamó este jueves en la audiencia en el Ministerio de Trabajo una suba equivalente a la inflación proyectada para los próximos seis meses.
El pedido del gremio que redondea una pauta cercana al 40% en dos acuerdos trimestrales de 20%, se basa en la proyección para el período abril-septiembre del REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) que mensualmente difunde el Banco Central a partir de un promedio de las estimaciones de inflación de las principales consultoras privadas.