Creado para cambiar a alguien
Motivación

Creado para cambiar a alguien

Toda persona con la que usted se encuentra hoy está tratando de cambiar la vida de alguna manera. Desean la excelencia. Quieren libertad financiera. Quieren que su salud mejore. Odian la soledad. Usted no fue enviado a todos, pero definitivamente fue enviado a alguien.

Puede no estar calificado para ayudar a todas las personas que conoce. Pero alguien necesita algo que usted posee. Puede ser su calidez, su amor, su sabiduría, sus dones o una oportunidad especial que puede proveerles.

Jesús lo entendió. Sabía que podía cambiar a la gente para bien. Poseía algo que podía eliminar la tristeza y el dolor del corazón de la vida de la gente. Fue un restaurador. Fue un reparador. «El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir, yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» (Juan 10:10) Jesús entendió el apetito insaciable por la excelencia y el avance personal.

Hay cuatro clases de personas en su vida: los que suman, los que restan, los que dividen y los que multiplican. Los que no le ayudan a aumentar inevitablemente lo ayudarán a disminuir. «El que anda con sabios, sabio será, más el que se junta con los necios será quebrantado». (Proverbios 13:20) Cada relación alimenta una fuerza o una debilidad dentro suyo.

Deténgase un momento. ¿Cuáles son sus dones más grandes? ¿Cuál es el centro de su experiencia? ¿Es un buen oyente? ¿Es un buen orador? Cualquiera fuere su don, eso es lo que Dios usará para bendecir a otros a través de usted.

Es posible que no todos necesiten de su don, pero en definitiva alguien lo requiere.

Usted es capaz de motivar a alguien. Quizás puede proveer un espacio que descubra la creatividad de otras personas. La gente quiere tener éxito. La gente quiere mejorar.

Algunas personas lo han esperado durante toda la vida. Vale la pena buscarlas. Usted es el eslabón de oro que falta en la vida de esas personas.

La gente quiere cambiar.

Jesús lo sabía.