El caso de Papo conmocionó y movilizó a una comunidad entera. Marcó un antes y después en el abordaje del maltrato animal.
En el año 2018, el perro de raza pitbull estuvo cinco meses encerrado, sin comida ni agua, entre su excremento y orina, hasta que fue rescatado y llevado a un nuevo hogar. Vivió cinco años hasta que el cáncer complicó su estado de salud.
La noticia de su fallecimiento fue comunicado este martes, por Armando Lutz, quien se hizo cargo de Papo «En estos 5 años que estuviste conmigo di todo de mí para que siempre estés bien y que te olvidaras de aquellas tormenta que te tocó vivir… Y hoy el cáncer te llevó! Volá alto Papo, vas a estar siempre conmigo y en nuestro taller. Te recordaremos siempre Eldorado entero»
La historia de Papo
Un vecino se comunicó con la proteccionista Diana Corti, en ese entonces coordinadora del Centro de Zoonosis, para advertir sobre el estado de abandono en que estaba Papo en una vivienda y consultar qué podría hacer al respecto «Me dijo que estaba a punto de morir. En ese momento pensé que lo podría salvar en el Centro de Zoonosis y le dije que lo llevara. Teníamos las herramientas limitadas, cuando vimos su estado, lo llevamos directamente a internarlo en una clínica privada donde tendrían la posibilidad de salvarlo» explicó Diana en una entrevista con Eldópolis.
Después de rescatarlo, se conoció lo que «motivó» a quienes estaban a su cargo a dejarlo encerrado sin agua ni comida por cinco meses «Una persona se acercó a mí, llorando, contándome que el perro era de su hija pero se vieron obligados a dar en adopción, a alguien que creían que era buena persona. El hombre se mudó, llevó a Papo a la casa de su suegra, y como mató a su perro caniche, como castigo lo encerraron en una pieza, con candado, durante cinco meses» recordó Diana.
«Ni los profesionales creían que se podía salvar porque su estado era absolutamente de shock. En la veterinaria SOS nos dijeron que iban hacer lo imposible para salvarlo pero estaba prácticamente muerto. En ese momento Papo nos miró con cara de agradecimiento» agregó.
Contra todo pronóstico y tras una largo proceso, Papo logró recuperarse y gozar de buena salud, en un nuevo hogar.
Su caso fue elevado a juicio y la propietaria de la vivienda donde encerraron a Papo y un hombre que se encontraba a cargo del animal, fueron imputados por los delitos de “malos tratos y actos de crueldad de animales (maltrato y omisión de alimentar)” previstos en la Ley 14.346.
“Todos por Papo”
“Todo por Papo” es un grupo de proteccionistas que se conformó para generar conciencia sobre la tenencia responsable de mascotas, debido a que no cuentan con un espacio físico para rescatar a los animales.
“Si es un caso muy grave lo llevamos a alguna veterinaria o a mi casa, hasta que se recupere para darlo en adopción. Pero tratamos de que, cada vez que se encuentra un caso grave, de no mal enseñar a la gente. El objetivo del grupo es hacer responsable al dueño del animal, porque si le sacamos el animal por maltratarlo, lo más probable es que mañana traiga otro y en tres meses vamos a tener el mismo problema” explicó Diana.
“El animal no es un bien de recambio, es una vida y no se puede hacer lo que quiera con él” concluyó la proteccionista.