Este lunes a partir de las 10 de la mañana será velado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires Hugo Orlando Gatti, ícono del fútbol argentino y uno de los arqueros más recordados por su estilo audaz y su personalidad excéntrica. El Loco falleció este domingo a los 80 años.

En las últimas semanas, Gatti había atravesado un delicado cuadro de salud donde estuvo más de 60 días en terapia intensiva. Fue operado de la cadera tras un accidente doméstico mientras paseaba a su perro. Poco después, una infección viral ingresó por la zona intervenida, lo que derivó en un cuadro respiratorio agudo que agravó su situación.

No era la primera vez que enfrentaba una crisis médica de gravedad. En 2020, durante la pandemia, estuvo internado en estado crítico por coronavirus. Ya recuperado, con su característico tono desafiante, había dicho: “Me han matado en todos lados, pero yerba mala nunca muere”.

Atajó en River, Boca y la Selección argentina, y dejó una huella imborrable en el deporte nacional. Fue además el creador de una jugada inolvidable conocida como “la de Dios”, que consistía en salir a achicar en un mano a mano de rodillas, con el pecho hacia adelante y los brazos extendidos.

Se retiró del fútbol profesional en 1988, a los 44 años, y dejó dos marcas históricas en la Primera División: – El mayor número de partidos disputados (765). – El récord de penales atajados (26), compartido con Ubaldo Fillol.

Apodado “El Loco” por su estilo provocador dentro y fuera de la cancha, Gatti fue más que un arquero: fue una figura de culto. Su legado, repleto de gestos teatrales, atajadas espectaculares y frases inolvidables, seguirá vivo en la memoria del fútbol argentino.

Tras su retiro del fútbol, encontró un nuevo espacio en los medios, donde sobresalió por su estilo frontal y sus opiniones sin filtro. Se destacó en el programa español “El Chiringuito”, donde mostró su lado más polémico. En 2023, volvió a Argentina para sumarse al ciclo “Fútbol sin Manchas”, conducido por Gabriel Anello.