Con dos goles de Nicolás De La Cruz, y el otro de Bruno Zuculini, el equipo de Marcelo Gallardo consiguió una clara victoria (3-0) ante un rival que poco pudo hacer y se puso a tiro de la cima. La mala, Matías Suárez se retiró lesionado y encendió alarmas.
El «nuevo» River Plate diseñado otra vez con un par de retoques por Marcelo Gallardo, que ayer cumplió siete años al frente del equipo «millonario», repitió la misma calidad de eficacia y contundencia exhibida en los dos juegos anteriores frente a Argentinos Juniors y Unión, para golear al hasta hoy puntero del campeonato de la LPF, Lanús, por 3 a 0, en la propia «Fortaleza granate».
River, que al cabo de esta tercera fecha no solamente se estableció en el segundo peldaño de las posiciones, sino que además se acomodó entre los tres clasificados por, la Tabla Anual para la Libertadores 2022, también permitió con su renovado funcionamiento el brillo de algunas de las piezas insertadas en el equipo por Gallardo como Bruno Zuculini.
Es que el volante que fue convencido por el «Muñeco» de quedarse en el club durante la pretemporada realizada en Orlando, cuando tenía todo arreglado para irse al Cremonese de la segunda división de Italia en busca de más minutos de juego, fue clave para que el conjunto de Núñez prácticamente liquidara el partido en el primer tiempo.
Claro que para ello tuvo un socio tuvo un socio fundamental, que en realidad lo es de todos sus compañeros, como el cordobés Matías Suárez, que en el arranque de la segunda etapa salió preocupado por una dolencia en el aductor izquierdo por la que mañana le realizarán estudios.
Y Zuculini también se convirtió en asistidor 10 minutos más tarde tras un nuevo pase tan largo como preciso de Suárez que el oriundo de Escobar controló imperfectamente pero luego corrigió con un toque hacia atrás para la entrada de Nicolás de La Cruz, que de derecha y abajo, a la diestra del arquero Lucas Acosta, marcó el segundo tanto.
Pero no conforme con ello, el uruguayo iba a marcar un nuevo tanto apenas transcurridos cinco minutos del segundo período cuando tras una esforzada apilada de Jorge Carrascal, otro de los movimientos de piezas que hizo el técnico riverplatense, llegó el centro que Lucas Acosta descolgó solamente con la mano derecha y se le escapó, permitiendo el toque a la red de De la Cruz.
El otro retoque, el tercero del «Muñeco», Braian Romero, hoy no estuvo tan lúcido para la conversión como sí lo hizo en los dos tantos frente a Argentinos para el 2-0 por Libertadores y el primero de los cuatro con Unión, pero sí quedo claro que sus movimientos se ajustan a una perfecta simbiosis con Suárez que hizo olvidar rápidamente al colombiano Rafael Santos Borré.
«Si nos vieran entrenar todos se darían cuenta que la exigencia que tenemos allí la transmitimos a los partidos, y por eso cuando como hoy estamos ganando 3 a 0 mantenemos la intensidad hasta el final», resumió al término del encuentro Zuculini, la figura de la cancha, lo que es este «nuevo» River que otra vez reconstruyó Gallardo.