Los seres humanos fuimos creados con sentimientos, emociones .
“La soledad es un sentimiento interno que nada tiene que ver con el exterior. Es decir, una persona puede estar rodeada de mucha gente e igualmente sentirse sola”
El rey David descubrió al Dios que está en todas partes, y en todo momento. Mucho antes de su reinado cuando apenas era un pastor de ovejas, descubrió la esencia de este Dios invaluable y comprendió que Dios no abandona y por ende, no estaba solo.
Vivía seguro cualquiera sea la circunstancia, sea la cima o el pozo más oscuro. Su confianza plena lo llevó a expresar ante cualquier adversidad «Tú estarás conmigo» y manifestó que si tenía a Dios, lo tenía todo.
«El Señor es mi pastor nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar.
Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma.
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu callado me infundirán aliento». Salmo 23: 1-4