En comunicación con Eldópolis Radio 106.3, Olga, propietaria de un comercio ubicado sobre la avenida San Martín, en el kilómetro 5 de la ciudad de Eldorado, denunció haber sido víctima de dos intentos de robo en menos de una hora, ambos bajo la modalidad conocida como "mecheros", en la que personas ingresan a los negocios y esconden mercadería entre sus ropas para luego salir sin pagar.

Los hechos ocurrieron en la tarde del jueves 24 anterior, alrededor de las 19 horas. Según relató la comerciante, el primer episodio fue protagonizado por un hombre que ingresó con un canasto, fingió realizar compras y luego se dirigió al sector de bebidas. Allí, ocultó cuatro botellas de Fernet entre su ropa. “Yo al estar en la oficina viendo las cámaras salgo y lo primero que encuentro es un palo de joa. Entonces voy, lo encaro y le digo que se saque lo que tenía ahí entre la ropa”, relató Olga, quien intervino de forma inmediata para impedir el robo.

Tan solo media hora después, otro individuo ingresó al local con la misma intención delictiva. En este caso, no simuló ninguna compra: se dirigió directamente a la sección de vinos, donde se ocultó una botella de vino y otra de Fernet. “También lo veo por la cámara y voy otra vez con un palo de joa”, contó la comerciante. En ambos casos, logró evitar que los ladrones escaparan con la mercadería, aunque no radicó la denuncia policial.

Olga expresó su preocupación por la frecuencia de estos episodios y pidió mayor presencia de las autoridades. “No es la primera vez que pasa. Pero lo que sí me extraña es que en menos de una hora fueron dos acontecimientos”, aseguró, y agregó: “Todos los comercios sufrimos el mismo robo, el robo así, de gente que entra y se apropia de lo nuestro. Y no tienen vergüenza, porque directamente lo hacen enfrente de la cámara”.

En su testimonio también remarcó la indignación que le genera el tipo de productos que los delincuentes buscan llevarse: “Ni siquiera es un paquete de arroz o filé o algo para comer, que por ahí se puede entender por la situación económica. Pero no, se llevan bebidas. Esa es la bronca y la impotencia”.

En el local trabajan pocas personas, por lo que la reacción rápida y la vigilancia constante a través de cámaras de seguridad son claves para evitar pérdidas. “Era actuar rápido y agarrar lo primero que encontré, porque si no, se van con la mercadería”, expresó.