El 14 de junio, luego de 74 días de haber combatido con coraje y honor por mar, tierra y aire, se produjo la capitulación argentina. La derrota en las armas era inminente, pero en los corazones de nuestros héroes seguía ondeando la bandera argentina, como todavía lo hacía en Malvinas.
La Infantería de Marina peleó hasta el final, en aquellos combates con nombres inolvidables: Monte Longdon, Monte Tumbledown, Sapper Hill y Pony’s Pass. En esa mañana de junio se produjeron las últimas bajas.
A partir del mediodía, dada la orden de deponer las armas, los Infantes de Marina pasaron a condición de prisioneros de guerra de las tropas británicas, siendo concentrados en el aeropuerto durante cuatro días, hasta que fueron embarcados en el transporte polar ARA “Bahía Paraíso” y en el rompehielos ARA “Almirante Irízar”, buques configurados como hospital reconocidos por la Cruz Roja Internacional, para luego ser trasladados al continente.
Después de aquellos 74 días, después de los 649 caídos en combate y las heridas incurables de la batalla, todos los combatientes fueron condecorados por el Congreso de la Nación por haber defendido a la Patria. Algunos recibieron más de una distinción, esta vez otorgada por la Nación Argentina: al valor en combate, al muerto y al herido en combate. También otorgaron medallas cada Fuerza y las Legislaturas de cada provincia.