Te voy a amar, y me amarás
Te amo, sin principio ni final…
Porque este amor no tiene tiempo, ni fronteras
Porque este amor va más allá de mi existencia…
SIN PRINCIPIO NI FINAL
Abel Pintos
Esta es una buena canción vieja, a diferencia de otras viejas… (canciones). Además, son de esos temas musicales en que la propia mente nos lleva a otros lugares, y el cerebro le da una nueva significación. Que tal vez no sea la que le dio el autor, eso es lo extraordinario del arte.
A mí siempre me llevo a pensar en la manera en que Dios nos ama.
Él nos ama, con un amor eterno, sin principio y sin final, que es la definición concreta de la eternidad.
Él Señor se manifestó a mí hace ya mucho tiempo,
diciendo: Con amor eterno te he amado;
por tanto, te prolongué mi misericordia. Jeremías 31:3
Cuando Dios crea al universo, ya estaba amándote, antes de que tus padres te pensaran Él ya te amaba.
Y en esa inmensidad de amor, el pasaje nos dice que Él nos prolonga su misericordia.
Misericordia, según los diccionarios significa, tener compasión por el que sufre, pero no es un amor que se queda en palabras, sino que transforma en Jesús, Dios hecho hombre, cuyo vida y muerta es la prolongación del Amor del Padre, y va más allá del tiempo y de la distancia. Si volvemos al diccionario, prolongar es hacer que algo dure más tiempo, o tenga mayor longitud.
El amor de Dios, su misericordia se extiende desde el Calvario y llega a nuestros días, se prolonga, desde el Gólgota, hasta Eldorado, Posadas, hasta el lugar donde estás en este momento leyendo estas líneas en este preciso momento.
Él no solo tiene amor, sino que es su esencia, Él es AMOR.
Dios te ama incondicionalmente, tal como eres y no como debes ser, porque nadie es como debe ser. Brennan Manning