La Aduana incautó en la frontera un cargamento de productos utilizados en centros estéticos, que iban dirigidos presuntamente a uno de los hermanos del cirujano Anibal Lotocki.
El cargamento estaba en un taxi que intentó cruzar el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, que conecta Posadas con Encarnación. Allí llevaba una caja que estaba destinada a Diego Lotocki.
El personal aduanero le preguntó al conductor si tenía algo para declarar y el hombre, de nacionalidad paraguaya, afirmó que llevaba un paquete para un cliente argentino. En ese momento los agentes del organismo decidieron utilizar un método no intrusivo de control: el escáner aduanero.
Las imágenes revelaron la presencia de envases de vidrio con una sustancia en su interior. Dada la cantidad del producto se creía que podía tener fines comerciales, por lo que le solicitaron al conductor que abriera el paquete para exhibir su contenido.
Allí había un envase de telgopor que contenía 30 ampollas con una sustancia utilizada para lifting facial, de marca Israderm, y una jeringa con ácido hialurónico, marca Sofiderm. Los productos eran de origen israelí y carecían de los avales aduaneros y sanitarios necesarios para su importación en forma legal.
La importación de este tipo de mercadería requiere el aval de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), sin el cual su importación está prohibida.
«La mencionada certificación es de suma importancia porque garantiza que los elementos médicos que entrarán en contacto con en el cuerpo de las personas son seguros y cumplen con los estándares que aplica la autoridad sanitaria. Así, la falta de intervención de la ANMAT respecto de los productos constituye una infracción», remarcaron desde Aduana en un comunicado.
Diego Lotocki, quien es nutricionista y vive en Misiones, contó hace unas semanas en América que trabaja con uno de sus primos, quien es cirujano plástico. Yo más que nada hago las relaciones públicas”, aseguró en diálogo con A la Tarde (América TV).
“No tenemos nada que ver con mi hermano. No trabajamos juntos. Cada uno trabaja de forma independiente. Nosotros hacemos endopeel, bótox, ácido hialurónico. Son cosas mínimas y no invasivas. No hacemos cirugía», había aclarado.
El cargamento tuvo una segunda infracción, que estuvo vinculada al valor de los productos. Es que la importación de este tipo de mercadería no es admitida por el mencionado régimen, por lo cual fue secuestrada.
El valor de los productos en infracción se estima en un millón de pesos, por lo cual podría caber una multa de hasta $3.000.000.
Hace pocas semanas, personal aduanero descubrió que una cirujana costarricense intentaba ingresar al país, en una valija, prótesis mamarias sin los avales sanitarios correspondientes por valor de 1,3 millones de pesos.
Eran 14 prótesis mamarias y 15 embudos plásticos para la inserción de los implantes en cuestión, que iban a utilizarse en cirugías estéticas a realizarse en la Ciudad de Córdoba. Habían llegado en un vuelo desde Panamá