Jue, 21 de noviembre de 2024
Salud

Alertan sobre el aumento de casos de cáncer de piel en pacientes jóvenes

Con la llegada del verano y la prolongación de los días, la naturaleza nos incita a disfrutar del aire libre, tentándonos a pasar largas horas bajo el sol. Aunque esta exposición tiene beneficios, como la síntesis de vitamina D y mejoras en el bienestar emocional, sus efectos negativos pueden ser perjudiciales para la salud si no se toman las precauciones adecuadas. De acuerdo con la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), uno de los riesgos más preocupantes es el cáncer de piel. Una enfermedad cuyos casos experimentaron un alarmante aumento en la población más joven, particularmente en aquellos que rondan los 40 años.

El cáncer cutáneo se define por el crecimiento irregular de células en la capa exterior del cuerpo, y su incidencia se concentra en áreas expuestas al sol, aunque puede aparecer en zonas menos habituales. “Cuando comencé mi carrera, nunca imaginé tratar con pacientes menores de 30 o 40 años por casos de cáncer de piel”, compartió la Dra. Leisa Molinari, dermatóloga especialista en cáncer de piel y cirugía micrográfica de Mohs. “Sin embargo, en estos últimos años, he notado un aumento significativo en la frecuencia de estos, especialmente entre personas aún más jóvenes. De hecho, la paciente más joven que operé tenía 22 años”, detalló.

Pero, qué está impulsando este aumento en personas jóvenes? Según la doctora, “la exposición al sol y la falta de conciencia en el cuidado de la piel son factores clave”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que la radiación solar es responsable de aproximadamente 1.5 millones de casos de cáncer al año. Si bien la protección solar es fundamental, datos de la SAD sugieren que solo el 40% de las personas se protege «a veces», y un 62.7% no renueva la protección solar durante el día, incumpliendo las recomendaciones médicas.

La infancia y adolescencia son periodos críticos, ya que la exposición temprana al sol puede aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad màs adelante en la vida. Hay varios tipos comunes de cáncer de piel, como el carcinoma de células basales, el carcinoma espinocelular y el melanoma. Factores como antecedentes familiares, exposición solar sin protección y lesiones precancerosas pueden aumentar este riesgo. Molinari subrayó que la exposición solar en la juventud “incrementa notablemente las posibilidades de desarrollar melanoma, uno de los cánceres más agresivos”. “Las quemaduras solares o la exposición sin protección durante la infancia elevan considerablemente este riesgo», enfatizó.

El melanoma, en particular, preocupa en los pacientes jóvenes, siendo el 80% resultado de factores genéticos y el 20% atribuido a la radiación solar. «La genética desempeña un papel crucial en la prevención y tratamiento del melanoma», destacó la especialista, incitando a aquellos con antecedentes familiares directos a evitar totalmente la exposición al sol.

La importancia de la detección temprana

La detección temprana es clave para el tratamiento. Por ello, es vital realizar chequeos médicos periódicos y prestar atención a cualquier cambio en el cuerpo. Molinari resaltó que «un diagnóstico precoz marca una gran diferencia en el pronóstico de esta enfermedad. Sin embargo, si la detección se demora, las posibilidades de supervivencia disminuyen drásticamente». La especialista hizo hincapié en la diferencia en la velocidad de replicación celular entre personas jóvenes y mayores. En individuos ancianos, “la replicación celular es más lenta”, lo que podría ralentizar el avance de los tumores. Pero en personas jóvenes, donde la replicación celular es más rápida, “los tumores pueden desarrollarse y expandirse de manera acelerada”. En ese sentido, insistió en la importancia “de un seguimiento constante de los lunares en personas jóvenes”.

Los mitos y la falta de información siguen siendo obstáculos en la lucha contra el cáncer de piel en la población más joven. Abordar estos malentendidos desde una perspectiva médica es crucial para fomentar la prevención y la detección temprana. “Sigue existiendo la creencia de que afecta únicamente a personas mayores, de que no es una afección real o de que no está relacionado con la exposición al sol”, comentó. ¿Cómo podemos desmitificar esta percepción desde una perspectiva médica? “Una estrategia clave es integrar al dermatólogo como un profesional fundamental en la atención primaria de la salud en personas jóvenes, con el propósito de controlar la salud de la piel de manera regular”, propuso.

A pesar de que sigue siendo necesario un mayor énfasis en la educación y la promoción de prácticas saludables en torno a la piel, Molinari destacó que se observó una transformación en la conciencia de los pacientes más jóvenes. Hace unos cinco años, cuando comenzó su presencia en Instagram, “era una de las pocas voces que promovía el cuidado de la piel y la protección solar”. Ahora, ve una transformación: “más personas jóvenes adoptaron la importancia de cuidar su piel y reconocen el protector solar como un elemento esencial en su cuidado”.

Es esencial seguir fomentando la conciencia sobre la prevención y el chequeo periódico de la piel, así como integrar al dermatólogo como un aliado clave en la atención primaria. Con estas acciones, se puede aspirar a una generación más informada, consciente y comprometida con la salud. En esta temporada, recordemos que cada precaución que tomamos hoy puede marcar la diferencia en el futuro. Cuidar nuestra piel no solo es un gesto de amor propio, sino también una inversión en nuestra salud a largo plazo.