Cuando un celular se queda sin carga no lo descartamos, sino que buscamos el cargador y lo conectamos a la energía, lo volvemos cargar.
Así debe pasar con nuestra vida, cuando parece que estamos decayendo por las circunstancias de la vida, debemos enchufarnos, conectar con Dios.
Si hablamos de celulares a diferencia nuestra que decidimos cambiarlo cuando creemos que esta quedando viejo, Dios no nos descarta Él quiere seguir desarrollando el propósito para el cual fuiste llamado.
Pablo sabia que su motivación no dependía de sus propias fuerzas sino la conexión con Dios. del espíritu santo que moraba en él.
Cuando sentimos que las fuerzas son escasas, cuando vemos que todo esta mal. Cuando parece que no hay manera de encontrar alguna esperanza, debemos conectarnos con Dios y tiene que ser cada día, en nuestra memoria deben estar presentes las promesas de nuestro Dios. como bien lo describe este pasaje de la Biblia
Recuerda que estoy afligido y ando errante,
que estoy saturado de hiel y amargura.
Recuerdo esto bien
y por eso me deprimo.
Pero algo más me viene a la memoria,
lo cual me llena de esperanza:
Por el gran amor del Señor no hemos sido consumidos[b]
y su compasión jamás se agota.
Cada mañana se renuevan sus bondades;
¡muy grande es su fidelidad! Lamentaciones 3:19-23
Como las misericordias de Dios son nuevas cada mañana, así debemos acercarnos a nuestro Dios, todos los días.
Igual que lo hacemos con nuestros celulares lo dejamos cargando toda la noche cada noche, o en algunos casos más de una vez al día.
Jesús siendo hijo de Dios, se apartaba de los discípulos, para ir a orar, y no una vez por semana sino todos los días. Hablamos con Dios todos los días.
Donde más podemos encontrar refugio, donde podemos encontrar el descanso, donde podemos tener las fuerzas necesarias para seguir adelante, solo en Jesús. A Él podemos acercarnos para recuperar las fuerzas.