Mar, 3 de diciembre de 2024
Columna

Deshacer el estigma que rodea al duelo por suicidio

Columna de reflexión por Daniela Rivas*

Este 10 de septiembre, en conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, es importante reflexionar sobre un aspecto a menudo silenciado en esta conversación: el duelo de las familias que enfrentan la pérdida de un ser querido por suicidio.

Para quienes perdieron a un ser querido de esta manera, el duelo puede ser especialmente solitario. La culpa, las preguntas sin respuesta y la mirada de los demás añaden un peso extra a una pérdida ya de por sí devastadora. Estos familiares deben lidiar con un dolor tan profundo que parece abarcarlo todo. Muchas veces, la forma en que muere alguien influye en cómo la sociedad trata a los que quedan. Mientras que las muertes por enfermedades o accidentes suelen recibir más apoyo, las muertes por suicidio a menudo están rodeadas de estigmatización.

Las personas en duelo por suicidio enfrentan un mar de emociones que son difíciles de poner en palabras. La tristeza profunda y el sentimiento de impotencia pueden hacer que el proceso de recuperación se sienta interminable. En este contexto, es esencial entender que el acompañamiento debe ser más que una simple oferta de ayuda. Se necesita una escucha activa, un espacio para compartir el dolor sin juicios ni presiones.

Una de las dificultades adicionales es que, a menudo, quienes atraviesan este duelo se sienten aún más aislados. Las personas a su alrededor pueden temer hacer daño o no saber cómo ofrecer apoyo, lo que puede llevar a una mayor soledad. Por eso, la empatía y la disponibilidad son claves. A veces, simplemente estar ahí, ofrecer una palabra de aliento o un abrazo sincero puede ser más reconfortante que cualquier consejo.

En el proceso de acompañar a alguien que perdió a un ser querido por suicidio, es fundamental ser conscientes de la importancia de respetar sus tiempos y no apresurarlos en su duelo. Cada persona vive el proceso de forma única, y ofrecer ayuda en las tareas cotidianas o simplemente estar presente puede marcar una gran diferencia.

El duelo por suicidio es un viaje doloroso y desafiante. La clave para quienes están alrededor de los dolientes es ser conscientes de la magnitud de su sufrimiento y ofrecer un acompañamiento genuino y sin presiones. Al hacerlo, no solo se ayuda a sanar a quienes están en duelo, sino que también se contribuye a deshacer el estigma que rodea al duelo por suicidio y a construir una comunidad más solidaria y comprensiva.

 

*Profesora en Lengua y Literatura. Redactora de Eldópolis. Amiga. 

 

 

¿Dónde buscar ayuda?

Si estás preocupado por alguien o necesitas acompañamiento, no estás solo. Podés pedir ayuda a tu circulo cercano, centros de salud, escuela, club o templo religioso. El suicidio es un tema de salud que requiere un abordaje comunitario y responsable.

Servicio de Salud Mental Eldorado: 3751-334164 / Calle Mbororé – kilómetro 10.