El 6 de agosto se celebra en la República Argentina el Día del Veterinario y también el del Ingeniero Agrónomo, que recuerda la fecha del inicio de ambas carreras universitarias en el Instituto Agronómico Veterinario Santa Catalina, en Lomas de Zamora.
Allá por 1881, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, doctor Dardo Rocha, promulgó una ley, creando el Instituto Agronómico y Veterinario Santa Catalina, institución que luego daría origen a la Facultad dedicada a esas carreras.
El 6 de agosto de 1883 comenzó el dictado de clases del Instituto y, para conmemorar a esa fecha, se celebra, en Argentina, el Día de ambas profesiones. Esa instancia fue la primera en cuanto a estudios superiores de veterinaria en el país.
Años después, el Instituto al mudarse a la ciudad de La Plata, se transformó en la actual Facultad de Ciencias Veterinarias de esa Universidad Nacional de la capital bonaerense.
Desde entonces y hasta la actualidad, la Medicina Veterinaria ha sido una protagonista fundamental de la salud como lo ratifica la reciente resolución del Ministerio de Salud que declara de interés sanitario a esa profesión, incorporándola al Registro Nacional de Profesionales de la Salud.
El médico veterinario nos acompaña en el campo y en la ciudad, cuidando de nuestra salud a través de nuestros alimentos de origen animal, en su producción y control, y velando por la salud de nuestros animales de producción, trabajo y compañía.
Desde el primer vaso de leche, en la mañana, hasta el último vaso de agua en la noche, siempre hay un médico veterinario que cuidará nuestra salud y estará presente a través de sus múltiples especialidades, como la clínica de grandes animales, la de pequeños animales, la bromatología, la salud pública, el laboratorio inmunológico y clínico, etc.
¿Cuál es el origen de la palabra veterinario?
La palabra tiene dos orígenes diferentes con significados distintos. Por un lado viene del griego veterien, que significa amigo de las bestias de carga, que eran las atendidas por los primitivos veterinarios y por carácter transitivo se transportó a todas las actividades de la profesión.
En la otra punta nos encontramos con que la palabra “veterinario” tiene su origen en latín, y viene de la palabra vetus o veteris que significa viejo, vetusto. En la antigua Roma, los caballos usados por el ejército eran muy viejos. Estos animales fueron llamados “veterinus”.
A quienes cuidaban de estos animales se llamaban veterinarii (veterinarius), que proviene de la palabra vetus o veteris extrapolando a la profesión del cuidado de los animales esa denominación.
Este viernes 4 de agosto se cumplieron 262 años de la creación de la primera escuela de medicina veterinaria en el mundo, que ocurrió en Lyon, Francia, ese día de 1761, por la acción del abogado Claude Bourgelat, amante de los caballos, que usó su influencia para convencer al rey Luis XV de fundarla. A más de dos siglos y medio de este hecho nos encontramos con una profesión en un interesante grado de desarrollo.
Hoy, en Argentina hay más de 25.000 médicos veterinarios que trabajan día a día, desde distintos frentes de batalla para integrar el moderno enfoque de una salud.
Recordemos a modo de humilde homenaje, como dijera Luis Pasteur, que la medicina atiende al ser humano y la medicina veterinaria atiende a la humanidad.