En octubre de 2017 la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 20 de mayo como Día Mundial de las Abejas, coincidiendo con la fecha del nacimiento de Anton Janša, quien en el siglo XVIII fue pionero en las técnicas modernas de apicultura en su país natal, Eslovenia.
Este apicultor reconoció a estos insectos por su habilidad para trabajar duramente y requiriendo a la vez muy poca atención. A su vez, Eslovenia ha sido el país que ha impulsado la celebración del Día Mundial de las Abejas.
¿Por qué son tan importantes las abejas?
Las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los murciélagos y los colibríes, juegan un papel crucial en la polinización. Este proceso es esencial para la reproducción de muchas plantas con flores. De hecho, casi el 90% de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse. Esto incluye el 75% de los cultivos alimentarios del mundo, lo que significa que sin las abejas, nuestra dieta sería mucho menos variada y nutritiva.
Las abejas contribuyen significativamente a la biodiversidad. Al polinizar diferentes plantas, ayudan a mantener los ecosistemas saludables y diversos. La biodiversidad, a su vez, sostiene la vida en la Tierra, proporcionando hábitats para innumerables especies y contribuyendo a la estabilidad de nuestro clima.
Las amenazas que enfrentan las abejas
Desafortunadamente, las abejas están en peligro. Las actividades humanas han creado múltiples amenazas para estos insectos vitales. La agricultura intensiva, el uso de pesticidas, el cambio climático, la pérdida de hábitat y la introducción de especies invasoras son solo algunas de las causas que están llevando al declive de las poblaciones de abejas.
En 2017, las Naciones Unidas declararon el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas para crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores y las amenazas que enfrentan. La fecha no fue elegida al azar; es el día del natalicio de Anton Janša, quien fue un pionero de la apicultura moderna de Eslovenia.
Este año, la campaña se centra en el tema «Compromiso con las abejas, de la mano con la juventud». Los jóvenes son los futuros guardianes de nuestro medio ambiente, y su participación en la apicultura y la conservación de los polinizadores es crucial. A través de la educación y la implicación en actividades apícolas, podemos inspirar a una nueva generación de líderes ambientales.
¿Qué podemos hacer para ayudar?
Todos podemos contribuir a la protección de las abejas con pequeños cambios en nuestro día a día. Plantar flores autóctonas es una excelente manera de proporcionar alimento a las abejas durante todo el año, ya que estas plantas florecen en diferentes épocas y ofrecen néctar y polen necesarios para su supervivencia.
Además, comprar miel local y sin refinar no solo apoya a los apicultores de la zona, sino que también promueve prácticas apícolas sostenibles. Evitar el uso de pesticidas y optar por alternativas naturales en el jardín puede hacer una gran diferencia, al igual que crear hábitats amigables para las abejas dejando espacios naturales y colocando cuencos poco profundos con agua para que puedan beber.
Los agricultores y apicultores tienen un papel crucial en la protección de las abejas. Reservar hábitats naturales en sus terrenos proporciona un refugio esencial para estos polinizadores. Es vital modificar el uso de pesticidas, empleándolos de manera responsable y considerando alternativas menos tóxicas para minimizar el impacto negativo en las abejas.
Fomentar la educación sobre la importancia de los polinizadores es esencial para crear conciencia y promover prácticas que beneficien a estos insectos vitales. Apoyar la investigación mediante la colaboración entre instituciones académicas y organizaciones puede proporcionar nuevas soluciones y estrategias para la conservación de los polinizadores.
