La barbería en Eldorado experimentó una transformación significativa en los últimos años, reflejando un cambio cultural en la percepción de la estética masculina. Sugar Rasgido, barbero y estilista propietario de «La Tertulia», compartió en una entrevista con Eldópolis Radio 106.3 su perspectiva sobre esta evolución que llevó a los hombres a adoptar un ideal más preocupado por los detalles estéticos, particularmente en el cuidado de las cejas.
“Algo totalmente nuevo es el hombre coqueto, el hombre moderno, que se hace las cejas”, comentó Rasgido, destacando un cambio notable en las costumbres de arreglo personal masculino. “La barba, por ejemplo, los hombres siempre tuvieron; un tiempo se usó menos, otro tiempo se usó más. El cabello siempre se cortaron, más corto o más largo, pero las cejas es algo que el hombre como ‘macho’ nunca se hizo y hace un tiempo se empezaron con estos retoques, pero no solamente los jóvenes sino los grandes también”.
Este giro hacia una mayor atención a la estética facial llevó a muchos hombres a frecuentar las barberías con más regularidad, buscando no solo cortes de cabello y arreglos de barba, sino también servicios específicos como el perfilado de cejas. “Generalmente los más jóvenes se hacen el perfilado de cejas: el perfilado significa definir la forma natural de las cejas y le damos un poco de carácter a la persona. Los barberos somos los encargados de acentuar tu personalidad o de darle un poco de carácter a través del moldeo de las cejas”, explicó Rasgido.
El perfilado de cejas no solo ayuda a definir la apariencia, sino que también puede compensar ciertos rasgos faciales. “Si es de rostro muy redondo, o muy fino, o muy cuadrado. A través de las cejas podemos darle diferentes expresiones”, mencionó, indicando que el trabajo del barbero va más allá de un simple corte, implicando un entendimiento de la estética y la simetría facial.
Para los hombres mayores, que pueden ser más reacios a los cambios drásticos, la opción de un recorte de cejas ofrece una manera de mantenerse arreglados sin alterar su apariencia de manera significativa. “Hay personas que quieren las cejas bien separadas y otras las quieren conservar juntas como su sello de agua. Y no está mal, porque si le saco unas cejas a una persona que las tiene unidas, cambia totalmente y no lo reconoce nadie”, explicó Rasgido.
Este cambio en la demanda de servicios estéticos ha generado una mayor frecuencia en las visitas a las barberías. “Esta nueva modalidad hace que las personas recurran al profesional más de una vez al mes, algunos hasta una vez por semana para estar siempre coqueto”, afirmó Rasgido.
La evolución de la estética masculina refleja una tendencia global hacia una mayor preocupación por la imagen personal y el cuidado detallado. Este cambio impulsó a las barberías a adaptarse y ofrecer una gama más amplia de servicios, consolidando el rol del barbero como un profesional clave en la definición de la apariencia y personalidad de sus clientes.
“La barbería ya no es sólo cortar el cabello, sino brindar una experiencia”, concluyó Rasgido, subrayando la necesidad de reinventarse continuamente para satisfacer las nuevas expectativas de las personas.