El Gobierno le ofreció asistencia a Brasil para contrarrestar los efectos de las trágicas inundaciones que afectan al sur de dicho país y que, en apenas días, ya dejaron más de 83 muertos, 111 desaparecidos y 129.000 desplazados.
La Cancillería que conduce Diana Mondino comunicó esta noche «su plena colaboración» con el Gobierno de Lula da Silva mediante la asistencia del Ministerio de Defensa, el Ministerio de Seguridad y la Comisión de Cascos Blancos, con el objetivo de contener los efectos «de las graves inundaciones acaecidas en el Estado de Río Grande do Sul».
De acuerdo a información oficial, la ayuda estará conformada por una brigada de 20 efectivos y caninos de la Policía Federal Argentina, expertos en logística de la Comisión Cascos Blancos, un avión para transporte de personas y/o carga, tres helicópteros para traslado y evacuaciones y equipo móvil sanitario con personal de sanidad.
Además, viajarán buzos tácticos de la Armada Argentina junto con ingenieros con embarcaciones, y enviarán dos plantas potabilizadoras de agua y cajas de pastillas potabilizadoras.
Argentina reiteró «su solidaridad con el Gobierno y pueblo de la República Federativa del Brasil ante las trágicas consecuencias producidas por las inundaciones que afectan al Estado de Rio Grande do Sul«.
Inundaciones en el sur de Brasil: 83 muertos, 111 desaparecidos y 129.000 desplazados
Unas 83 personas murieron, 111 están desaparecidas y más de 129.000 debieron abandonar sus casas debido a las lluvias torrenciales que desbordaron ríos y causaron deslizamientos en el estado de Rio Grande do Sul, según datos de Defensa Civil.
El presidente brasileño viajó el domingo a la zona afectada por segunda vez y este lunes se reunió con parte de su gabinete «para discutir las acciones de recuperación» en el estado. El mandatario prometió que agilizará la entrega de «todos los recursos necesarios».
«Es un escenario de guerra y tendrá que tener un tratamiento también de posguerra», expresó el domingo el gobernador del estado, Eduardo Leite, junto al presidente Lula da Silva.
El gobierno de Rio Grande do Sul dijo que han recibido donaciones de todo el país y una recaudación que ronda los 38 millones de reales (USD 7,6 millones).
Brasil: la escases de agua potable agrava las consecuencias de las inundaciones
El suministro de agua está interrumpido en 70% de Porto Alegre -de casi 1,4 millones de habitantes- y su región metropolitana, que tiene localidades enteras sumergidas, como Canoas, Guaíba y Eldorado.
La alcaldía de Porto Alegre decretó el racionamiento de agua solo para consumo esencial. «No estamos encontrando casi nada en el mercado. Ya hace tres días que estamos sin agua», lamentó Neucir Carmo, de 62 años y residente del barrio de Floresta de la ciudad. Según un informe del sitio meteorológico MetSul, la situación se estima «de extrema gravedad por un largo periodo».
Muchas áreas afectadas, especialmente en valles del interior del estado, serán «inhabitables por semanas o meses por la destrucción de casas, infraestructura y el colapso de servicios públicos esenciales», añade.
El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) alertó por nuevas tempestades de «gran peligro» en áreas del sur del estado, con lluvias de hasta más de 100 mm, vientos y posiblemente, granizo hasta el mediodía del martes. En las zonas más afectadas, la lluvia podría volver a partir del miércoles.
Porto Alegre, una ciudad fundada por inmigrantes portugueses en 1772 y ubicada en medio de una enorme cuenca hidrográfica, se desarrolló al influjo de su puerto, que fue clave para el crecimiento de Brasil, reseña en su web la Corporación Andina de Fomento (CAF). Hoy esa bendición se convirtió en desgracia.
La gobernación de Rio Grande do Sul alertó sobre el peligro de más deslizamientos o desmoronamientos de carreteras, que ya han dejado innumerables rutas cortadas en todo el estado y también en el vecino Santa Catarina.