Un brutal femicidio conmocionó en la mañana de este viernes a Corrientes. Tras una discusión, un gendarme intentó balear a su suegra, mató a su pareja de dos tiros y luego se quitó la vida.
Todo ocurrió cerca de las 7.30 en un monoblock del barrio Mil Viviendas, de la capital provincial. Según informó a Radio Dos Pablo Sosa, el fiscal a cargo de la investigación, la génesis del asesinato a sangre fría fue un cachetazo que Esteban Pucheta, de 36 años, le aplicó a Johana Risso (33). Tras esa agresión, la mujer fue a pedirle auxilio a su madre.
“La mujer pone en conocimiento del hecho a su mamá y cuando vienen a reclamarle lo encuentran con el arma en la mano y se producen los disparos”, narró el funcionario judicial.
En ese momento, Pucheta, quien prestaba servicio en la UNIPROJUD (Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales), primero gatilló contra su suegra, pero la bala “pegó en un espejo”.
“Después siguieron los disparos hacia su hija, que uno impactó en el pecho y otro en la frente”, indicó Sosa.
Luego, detalló que en el lugar de los hechos se hallaron “7 casquillos, aparentemente todas la misma arma, aunque eso lo determinarán las pericias”.
Si bien la pareja no tenía hijos en común, la víctima tenía dos hijas. Una, de 5 años, estaba presente en el lugar. La otra, de 14, en el momento del crimen estaba cursando en el Colegio Nacional de la Ciudad de Corrientes. Ambas recibirán atención psicológica.
En la casa, además, estaba el padre del asesino, pero no presenció la escena fatal porque estaba en su dormitorio.
Risso, también gendarme, se desempeñaba en el Escuadrón N° 48 de la capital correntina. Si bien fue trasladada rápidamente al Hospital Escuela, a donde ingresó grave con “un proyectil en la cabeza y otro en el tórax” -según explicó el director del centro de salud, José Alberto Romero-, pocas horas después murió.