Durante el fin de semana, se registró un inconveniente en un operativo de tránsito llevado a cabo en el kilómetro 3 de Eldorado. El incidente involucró la retención de una motocicleta y escaló hasta una agresión física hacia una inspectora de tránsito.
Fernando Caro, director de tránsito de Eldorado, informó que la motocicleta fue retenida debido a que su conductora no poseía licencia de conducir ni póliza de seguro. «La falta de la licencia es causal de retención del vehículo. Se le informó de la retención y hasta ese momento no hubo mayores inconvenientes», explicó Caro. Sin embargo, la situación se complicó cuando la conductora llamó a su madre, quien llegó al lugar «con agresiones verbales, insultos y burlas, alegando ser esposa de un comisario y amenazando con represalias laborales contra los inspectores» precisó Caro.
Ante esta situación, los inspectores solicitaron la documentación del vehículo de la madre, quien se negó a presentarla. «Ante la negativa de exhibir la documentación, se asume que no la tiene. Una de las inspectoras estaba explicándole el procedimiento y, sin mediar palabras, recibió un golpe de puño. La inspectora no reaccionó y mantuvo la tranquilidad», detalló Caro.
Debido a la negativa de la mujer a colaborar, los inspectores procedieron a colocar la faja de secuestro en el vehículo. «La señora rompió la faja e intentó subir a la camioneta, lo cual no fue permitido al suponer un intento de fuga», añadió el director de tránsito.
Caro enfatizó que «hay límites que no podemos traspasar. Una agresión física supera cualquier cosa, no es un tema menor». Respecto a la denuncia, Caro indicó que hubo dificultades para realizarla. «No tenemos respuestas de la Comisaría Seccional Segunda. Un agente policial se burló de la inspectora y luego le pidió disculpas. No nos quisieron tomar la denuncia de los demás inspectores, solo de la agredida, y no nos quisieron dar el certificado de la denuncia».
Además, Caro informó que el esposo de la conductora de la camioneta, el comisario González, se presentó en la comisaría cerca de la medianoche para evitar que se realizara la denuncia. «Recibimos un apriete. Me manifestó que estaba mal el procedimiento, a lo que respondí que no iba a acceder a discutir y que la Jueza de Faltas determinará lo que corresponde», relató Caro.
En cuanto al allanamiento en el depósito vehicular, Caro señaló que «con mucha celeridad, el Juzgado de Instrucción determinó dos órdenes para verificar la existencia de la camioneta y solicitar pertenencias, entre ellas un anteojo, DNI, cédula de la moto, una cartera, tarjeta de crédito y débito, y la suma de 200 mil pesos. No me dieron copia, no se presentaron con la orden original e impresa, sino una foto en WhatsApp. La camioneta quedó cerrada con llave y la llave la tiene la propietaria».
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