Cerramos este año encontrándonos una vez más en estas lineas. Cómo estás terminando el tuyo? fueron más las alegrías o las tristezas? Estás agradecido por todo lo que tuviste que pasar en este 2023.
La gratitud es una de las cualidades más nobles del ser humano. Es muy desagradable convivir con alguien ingrato que no sabe reconocer las cosas buenas que tiene en su vida.
Los que amamos a Dios necesitamos ser agradecidos y tener una actitud constante de gratitud porque sabemos que hemos recibido mucho más de lo que merecíamos. Somos libres y salvos gracias a Jesucristo y ese es un regalo maravilloso de parte de Dios.
- Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
(1 Tesalonicenses 5:18)
Recuerda que aun en medio de las dificultades que nos presenta la vida, podemos ver y sentir la bondad y la ayuda de Dios. Agradece a Dios por esos detalles de amor.
- Dios merece nuestra gratitud: Lleguemos ante él con acción de gracias, aclamémoslo con cánticos. Porque el Señor es el gran Dios, el gran Rey sobre todos los dioses. (Salmo 95:2-3)
Nuestra gratitud debe venir acompañada por la alabanza que brota de nuestros corazones y el reconocimiento de la grandeza y el poder de Dios.
- Haz todo con gratitud: Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él. (Colosenses 3:15-17)
Mientras más nos llenamos de Cristo y de su paz, más crece nuestro agradecimiento. Al llenar el corazón con la palabra de Dios, nuestra perspectiva en la vida cambia. Vemos las cosas como Dios las ve, hacemos todo para su gloria y nuestros corazones rebosan de gratitud contagiando a los que nos rodean.
4. Sean agradecidos con los demás: Paguen a cada uno lo que corresponda… al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor. No tengan deudas pendientes con nadie a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la Ley. Romanos 13:7-8.
Dios siempre pone a nuestro alrededor personas que nos bendicen, ya sea con algún tipo de ayuda material o financiera, con alguna palabra que nos bendice en el momento justo, o simplemente alguien que nos regala un abrazo cuando lo que necesitamos es llorar con alguien.
No es fácil dar gracias por todo, ya que hay situaciones dolorosas que no comprendemos. Pero al obedecer a Dios y dar gracias en el nombre de Jesús en medio de cualquier circunstancia, nuestro espíritu se fortalece. La gratitud en medio de las dificultades demuestra que confiamos en nuestro Padre celestial y que entendemos que, en su soberanía, él obra siempre con bondad y amor.