Dom, 24 de noviembre de 2024
Eldorado

Ignacio Schwelm sobre Tackleando Muros: «Trabajamos para que la persona vuelva a la sociedad cambiada y con valores»

Ignacio Schwelm, nieto de Adolfo Julio Schwelm, fundador de la ciudad de Eldorado, dialogó con Eldópolis Radio 106.3 sobre su vida y su participación en la fundación Tackleando Muros, dedicada a la reinserción de personas privadas de la libertad en la Unidad Penal N° 3 de Eldorado.

«Vivimos acá hasta que tuve 10 años y después, cuando mi mamá falleció, nos fuimos a vivir a Buenos Aires. Mi papá decidió volver a esa provincia para estar soportado por la familia por toda la situación del fallecimiento de mi mamá. Ahí vivo pero vengo a Eldorado bastante. Yo vivo en Belgrano (Buenos Aires)», relató Schwelm sobre su infancia y conexión con Eldorado.

Schwelm describió la labor de Tackleando Muros, fundación que trabaja en la Unidad Penal N° 3 desde 2016. «Es un proyecto de reinserción de personas privadas de la libertad. Su fundador fue Mariano Hernando, profesor de Educación, una persona que con su impronta ha puesto esto en un lugar muy importante. Yo, en el año 2019, conocí el proyecto y a partir de ahí, empecé a trabajar en la reinserción de las personas», explicó.

El proyecto se enfoca en el uso del rugby como herramienta formativa. «Trabajamos en lo nuestro y en lo que creemos que es tratar de que la persona vuelva a la sociedad diferente, cambiado y que tenga valores. Es un proyecto que trabaja como a nivel nacional lo hace Espartanos, y que nosotros hacemos acá, a través del rugby, como un deporte formativo y una forma de ser y estar en el mundo», comentó Schwelm.

Sobre la metodología del proyecto, detalló: «Lo que tiene el rugby es que es un deporte poco conocido, entonces, hay que aprender las reglas, donde se trabaja mucho sin la pelota pero se trabaja ayudando al compañero, jugás en equipo y para que todos ganen. Es muy importante en lo que tiene que ver con respeto al rival, respeto al referí, jugar en equipo y ayudar a los demás».

Schwelm también destacó la estructura educativa del programa. «La dirección de educación tiene una escuela dentro del penal, entonces, la persona que está dentro del programa tiene que terminar la primaria y la secundaria, es uno de los requisitos. También interactuamos con la persona porque tiene que tener respeto para con los agentes del servicio penitenciario».

En cuanto a su rol dentro de la fundación, Schwelm señaló: «Yo trabajo en todo lo que tenga que ver con relaciones institucionales, públicas, convenios con entes nacionales, provinciales y municipales, tiene que ver con conseguir fondos. En Eldorado está Mariano Hernando y otro profesor, después hay otros capacitadores, que se encargan del trabajo de campo».

Schwelm hizo un llamado a la comunidad para involucrarse con el proyecto. «Buscamos darnos a conocer más para que la gente pueda acercarse al penal porque siempre hace falta gente que esté dispuesta a dar una mano. La idea es darnos a conocer y que la gente sepa lo que hacemos».

Además, mencionó el impacto del Proyecto Espartanos a nivel nacional e internacional, y cómo Tackleando Muros se inspira en él. «El Proyecto Espartanos es uno a nivel nacional, Eduardo ‘Coco’ Oderigo (Creador de Los Espartanos) tuvo mucha repercusión nacional, ha llevado este programa a varios penales de Argentina e inclusive de otros países como España y Uruguay».

Finalmente, invitó a la comunidad a participar en las actividades de la fundación. «Que la gente nos busque en las redes, estamos como @tackleandomuros, que nos manden mensajes. Los invitamos, por ejemplo, los días viernes a las 18 horas tenemos un encuentro de espiritualidad y valores en donde resaltamos estas cosas. La gente se puede acercar a dar una mano en todo lo que tenga que ver con lo deportivo, los cursos de capacitación o alguien que diga que puede dar un curso de alfarería, tenemos un horno que nos habían regalado».

Respecto a la situación económica y social en Buenos Aires, Ignacio compartió su perspectiva: «Vivir en Buenos Aires es complicado y caro. Un alquiler puede costar entre trescientos y cuatrocientos mil pesos, y salir a comer es prohibitivo». Además, criticó la polarización política y la falta de soluciones efectivas para los problemas de la gente.

Finalmente, Ignacio expresó su profundo vínculo emocional con Eldorado y su deseo de contribuir al desarrollo de la ciudad. «Es una pregunta muy difícil para mí. Acá se junta lo emocional. Siempre paso por el Salto Elena cuando vengo, es un lugar que amo».