María Laura Rodríguez, recientemente designada como jueza del Juzgado de Instrucción N° 1 de la Tercera Circunscripción Judicial en Eldorado, compartió sus primeras impresiones sobre el cargo en una entrevista para el programa «En Compañía», conducido por Juan Ramón Riveros en Eldópolis Radio 106.3. Durante la extensa conversación, Rodríguez abordó diversos temas, desde su trayectoria personal hasta su visión sobre la justicia penal y los desafíos que enfrenta en su nuevo rol. La jueza expresó su compromiso con la comunidad y destacó la importancia de los equipos de trabajo, la especialización en la investigación de delitos y la necesidad de abordar con seriedad temas sensibles como la violencia de género y el cibercrimen.
Rodríguez asumió el cargo luego de tres años de haber trabajado como secretaria del juez Roberto Saldaña, a quien ahora reemplaza. «Es uno de los puestos que más responsabilidad implica, pero es el objetivo que me propuse y se cumplió en este momento», dijo la jueza al comenzar la entrevista. «Estoy empezando despacito, acomodándonos con el equipo de trabajo», agregó, reconociendo que todavía se encuentra en la fase inicial de organización en su nuevo rol.
La jueza subrayó que el proceso de transición no fue fácil, ya que los últimos meses resultaron complicados debido a la falta de personal y a la ausencia de un juez en funciones desde noviembre del año pasado. A pesar de estos retos, Rodríguez destacó el esfuerzo conjunto de todo su equipo. «Nos quedamos sin juez, pero supimos llevar adelante la situación muy bien, trabajando unidos y haciendo lo mejor posible», afirmó con determinación.
Raíces correntinas y el arraigo en Misiones
Nacida en Corrientes capital, Rodríguez habló con naturalidad sobre su trayectoria personal y cómo llegó a Misiones. «Me vine en 2021, así que van a ser tres, cuatro años que estoy acá», comentó. A pesar de no llevar mucho tiempo en Eldorado, la jueza se siente plenamente integrada en la comunidad. «Me sentí muy bienvenida desde el primer momento que pisé tierra misionera», enfatizó.
La jueza también compartió detalles sobre su familia. «Mi mamá vive en Corrientes, al igual que mi hermana», explicó. Rodríguez es madre de un hijo de 20 años que estudia arquitectura en Córdoba. «Es mi bebé de 20 años», comentó con cariño durante la entrevista, y explicó que, si bien su familia reside en Corrientes, ella encontró un nuevo hogar en Misiones. «Estoy acá sola, pero tengo una nueva familia misionera de gente que me rodea», mencionó, refiriéndose a los amigos y compañeros que conoció en estos años.
En relación a la posibilidad de volver algún día a su provincia natal, Rodríguez aclaró que no lo tiene en mente. «El desarraigo empezó mucho antes, cuando me mudé al interior de Corrientes en 2016 para ocupar un cargo en la Secretaría de la Fiscalía de Instrucción en Bella Vista», explicó. Desde entonces, su arraigo fue su hijo, y ahora que él está haciendo su vida en Córdoba, «mi lugar es donde estoy en este momento», sentenció.
Una trayectoria judicial con una visión amplia
Rodríguez se caracteriza por haber trabajado en diferentes áreas del derecho, algo poco común en el ámbito judicial. «Soy de las pocas civilistas y penalistas que existen», señaló. En general, los jueces tienden a especializarse en una sola área, pero Rodríguez recorrió ambos fueros, lo que le permitió tener una visión más amplia de la justicia. «El penal tiene algo especial, algo que te atrapa», confesó. Durante años trabajó en el fuero civil, pero luego de aprobar un concurso para secretaria penal, se enamoró de esta rama del derecho. «Siempre le digo a mi hermana, que es civilista, que si yo no lo hago, tal vez nadie lo haga. Y eso es lo que me motiva», dijo, refiriéndose a la necesidad de investigar delitos graves como abusos o homicidios.
La jueza también abordó la percepción pública sobre la justicia penal y las críticas habituales que se escuchan en la sociedad, como la idea de que los delincuentes «entran por una puerta y salen por la otra». Explicó que estas críticas se deben, en parte, al desconocimiento del sistema judicial. «Nosotros trabajamos bajo un código que nos limita en los tiempos y en las causales para mantener detenida a una persona», aclaró. Según la Constitución, todas las personas son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, por lo que la regla general es que los acusados lleguen en libertad a juicio. «El desafío es que los juicios no tarden 15 años, sino que se realicen en un tiempo oportuno», destacó la jueza.
El equipo de trabajo
Desde su llegada al juzgado, Rodríguez está trabajando en la reorganización de su equipo, que se redujo debido a jubilaciones y otras bajas. «Nos fuimos quedando sin personal por diversas razones, pero logramos reacomodarnos», explicó. Uno de los momentos más difíciles fue cuando un miembro clave del equipo sufrió un infarto, lo que lo dejó fuera de servicio de manera indefinida. A pesar de estas adversidades, la jueza destacó el compromiso del equipo que se mantuvo unido en todo momento. «Somos un equipo que trabaja en conjunto, y eso es fundamental», afirmó.
Rodríguez también realizó cambios en la estructura organizativa del juzgado. Anteriormente, el juzgado contaba con dos secretarías, pero ahora implementó una tercera secretaría dedicada exclusivamente a la violencia de género. «Es muy importante tener una secretaría específica para este tema, ya que requiere un tratamiento y una investigación especial», explicó.
La creación de esta secretaría responde a la necesidad de tener un enfoque más integral y coordinado en los casos de violencia de género. «Antes, muchas veces no teníamos una visión completa del problema porque las secretarías trabajaban de manera aislada», señaló. Ahora, con una secretaría dedicada exclusivamente a estos casos, se asegura un seguimiento más efectivo y una respuesta judicial más rápida. «Es necesario darle la misma prioridad a un hurto que a un homicidio, porque todas las partes necesitan una respuesta», afirmó.
El cibercrimen y su creciente relevancia en la agenda judicial
Otro de los temas que se discutió durante la entrevista fue el cibercrimen, un tipo de delito que cobró gran relevancia en los últimos años debido al avance de la tecnología. Rodríguez explicó que, aunque muchos de estos delitos ya existían en el pasado, como las estafas, ahora se cometen a través de medios digitales. «Son los mismos delitos, pero modernizados y complejizados», señaló.
La jueza reconoció que el cibercrimen presenta grandes desafíos para la investigación, ya que muchas veces los delincuentes van un paso adelante de las autoridades. «Son difíciles de investigar porque no siempre tenemos las herramientas necesarias, y cuando logramos entender una modalidad, ellos ya encontraron otra», explicó.
Para enfrentar estos desafíos, Rodríguez solicitó el apoyo de una persona especializada en delitos informáticos que trabajará de manera conjunta con el SAIC (Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas) en Posadas. «Contar con alguien que se encargue específicamente de estas investigaciones nos va a facilitar mucho el trabajo y va a acelerar los procesos», destacó.
La gravedad del abuso infantil en la era digital
Uno de los temas más delicados tratados en la entrevista fue el abuso infantil a través de medios informáticos, un delito que, según Rodríguez, es el que más dinero mueve a nivel mundial, incluso más que el narcotráfico y el tráfico de armas. «Es un delito que no se investiga de manera aislada, sino a nivel mundial», explicó. Las investigaciones sobre este tipo de crímenes suelen comenzar con reportes internacionales que son distribuidos a las autoridades competentes de cada país, quienes a su vez los remiten a las provincias correspondientes.
Rodríguez destacó que uno de los aspectos más perturbadores de este delito es la revictimización constante de los niños que son abusados y cuyas imágenes se distribuyen en internet. «No es pornografía infantil, son niños siendo abusados y revictimizados una y otra vez», subrayó, haciendo hincapié en la necesidad de utilizar los términos correctos al referirse a estos crímenes. Además, explicó que muchas veces estas imágenes son distribuidas a través de redes P2P, similares a las que se utilizaban antiguamente para compartir música, lo que complica aún más las investigaciones.
«Es muy importante que la gente sepa que estamos trabajando en esto y que ya hay causas que fueron elevadas a juicio», afirmó Rodríguez, quien mencionó que actualmente existen investigaciones en curso, algunas de las cuales son extremadamente complejas debido al volumen de reportes involucrados.
Un equipo de trabajo cohesionado y la importancia de la comunicación
Rodríguez enfatizó la importancia de la colaboración entre todos los actores del sistema judicial y de seguridad. Desde su llegada al juzgado, mantuvo reuniones con las fuerzas de seguridad locales para establecer un diálogo abierto y reglas claras de trabajo. «Ellos son nuestras manos y nuestros ojos, los primeros que llegan a la escena del crimen y nos pasan la información», explicó.
Además, subrayó la importancia de que todos los integrantes del sistema judicial trabajen en equipo. «Nosotros somos un equipo, y para que todo funcione, cada uno tiene que hacer su parte», dijo. En este sentido, Rodríguez destacó la buena relación que mantiene con la fiscalía y con la defensa, lo que facilita el trabajo diario y permite un mejor funcionamiento del sistema judicial en su conjunto.
Un enfoque en la eficiencia y la celeridad de los procesos judiciales
Rodríguez también habló sobre la importancia de la eficiencia en los procesos judiciales. «Estamos trabajando para que los allanamientos y otras diligencias se realicen con la mayor celeridad posible», comentó. Para ello, implementó el uso de herramientas digitales que permiten, por ejemplo, firmar documentos desde casa, lo que agiliza los procedimientos y evita demoras innecesarias.
«El objetivo es darle la mayor rapidez posible a los procesos sin sacrificar la calidad de las investigaciones», explicó. Para ello, la jueza estableció un esquema de trabajo flexible que permite a los empleados del juzgado trabajar desde casa en algunos casos, lo que también contribuye a mejorar la calidad de vida del personal y a optimizar los recursos disponibles.