La desigualdad en Argentina alcanzó su peor nivel desde la pandemia, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) correspondientes al segundo trimestre de 2024.
El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad de los ingresos en una escala de 0 a 1, subió a 0,436 en el periodo de abril a junio, superando el 0,417 registrado en el mismo trimestre de 2023. Este indicador refleja una creciente brecha entre los sectores más ricos y los más pobres del país.
El informe del INDEC reveló que el 10% de la población con mayores ingresos concentró el 33% del ingreso total, una cifra 19 veces mayor que la correspondiente al 10% más pobre. Además, la relación de ingresos entre el decil más alto y el más bajo de la población se mantuvo en 14 veces, en línea con la tendencia de los últimos 12 meses.
«La brecha calculada entre la mediana del decil 10 y el decil 1 de ingreso per cápita familiar de la población fue de 14», indicó el organismo en el informe titulado «Evolución de la distribución del ingreso», bajo la dirección de Marco Lavagna.
La devaluación del peso, el incremento del desempleo y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios son factores que profundizaron la desigualdad. El dato se dio a conocer una semana después del informe que señaló un aumento en la pobreza, alcanzando el 52,9% a nivel nacional, el nivel más alto desde 2004. En la Ciudad de Buenos Aires, el 32,1% de la población se encuentra en situación de pobreza, afectando a cerca de un millón de habitantes.