La Cámara Federal de Casación Penal afirmó que los atentados contra la Embajada de Israel en 1992 y la AMIA en 1994 fueron responsabilidad de la organización fundamentalista islámica Hezbollah, patrocinada por el gobierno de Irán.
El fallo declaró, además, que ambos episodios deben ser considerados como delitos de lesa humanidad, lo que implica que las investigaciones no prescriben pese al paso del tiempo y la carencia de resultados judiciales.
La decisión del máximo tribunal penal causó irritación entre los familiares de las víctimas, no ya por su contenido sino porque se enteraron por los medios de comunicación, ya que aún no fueron notificados en el expediente digital.
Los jueces Carlos Mahiques, Ángela Ledesma y Diego Barroetaveña determinaron que ambos atentados fueron planificados desde Irán y ejecutados por Hezbollah, organización a la que definieron como un virtual brazo armado para acciones terroristas.
Los jueces ratificaron el carácter de lesa humanidad, que en el caso de la AMIA ya había sido declarado por el juez Rodolfo Canicoba Corral hace casi dos décadas.
También se confirmaron las condenas por irregularidades cometidas al inicio de la investigación: el ex juez Galeano quedó condenado a cuatro años, mientras que los fiscales Eamon Müllen y José Barbaccia les quedó dos años de prisión.