La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado el miércoles que la rápida propagación de la viruela símica, también conocida como viruela del mono, en África constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional. Esta es la segunda vez en tres años que se emite tal declaración, habiendo sido la primera en julio de 2022. El brote de ese año afectó a casi 100.000 personas en 116 países, con aproximadamente 200 fallecimientos.
Situación actual y riesgos
En lo que va del año, la República Democrática del Congo ha reportado 15.600 casos de viruela símica y 537 muertes. Los grupos más vulnerables son las mujeres y los niños menores de 15 años. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó su preocupación por la aparición de un nuevo clado del virus y su rápida expansión en el este de la República Democrática del Congo, así como en países vecinos. «Se necesita una respuesta internacional coordinada para detener estos brotes y salvar vidas», afirmó Ghebreyesus.
Expansión regional y medidas internacionales
El brote se ha extendido a 13 países africanos, algunos de los cuales no habían reportado casos anteriormente. El martes, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África declararon una «emergencia de salud pública de seguridad continental», la primera vez que se hace desde que la Unión Africana otorgó esta autoridad a la organización el año pasado.
Nicole Lurie, directora ejecutiva de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias, destacó la importancia de actuar rápidamente para detener la transmisión del virus. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos también han instado a médicos y al público a estar alertas.
Designación de emergencia y recursos internacionales
La declaración de la OMS pretende movilizar a los países miembros para que se preparen ante la aparición del virus y compartan recursos esenciales, como vacunas, con las naciones más pobres. Gregg Gonsalves, epidemiólogo de la Universidad de Yale, subrayó la necesidad de una acción internacional concertada para abordar el brote.
El brote de 2022, que se mantuvo principalmente en redes sexuales limitadas, fue mitigado por cambios en el comportamiento y campañas de vacunación. En Estados Unidos, el número de casos se redujo a 1.700 el año pasado, en comparación con más de 30.000 en 2022. Sin embargo, la versión actual del virus en el Congo es más virulenta, con una tasa de mortalidad del 3% en comparación con el 0,2% del brote anterior.
Vacunación y desafíos
Hasta ahora, el Congo ha aprobado dos vacunas contra la viruela símica: el producto japonés LC16 y Jynneos, fabricado por Bavarian Nordic. Sin embargo, aún no se ha implementado un plan de inmunización. La OMS ha invitado a los fabricantes de vacunas a solicitar un listado de uso de emergencia para que se puedan comprar y distribuir en naciones de bajos ingresos. Bavarian Nordic ha donado 15.000 dosis de Jynneos, pero se estima que se necesitan al menos 10 millones de dosis para controlar el brote.
Dimie Ogoina, científico nigeriano y presidente del comité de emergencia de la OMS para la viruela símica, advirtió que las vacunas disponibles son insuficientes para cubrir todas las necesidades. La Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias está financiando ensayos clínicos para evaluar la eficacia de Jynneos en niños y la posible protección de una nueva vacuna de ARNm fabricada por BioNTech contra la viruela símica y otros virus relacionados.
A medida que el brote de viruela símica continúa expandiéndose, la atención internacional se centra en detener la propagación del virus y en proporcionar recursos esenciales a las regiones más afectadas. La respuesta global coordinada será crucial para abordar esta emergencia de salud pública y proteger a las poblaciones vulnerables en África y en el resto del mundo.