Tras atravesar fuertes internas legislativas meses atrás, la Unión Cívica Radical venía con las aguas calmadas, pero otra bomba volvió a estallar esta tarde cuando el Tribunal de Ética de la UCR decidió echar del partido a los diputados «con peluca» por apoyar a La Libertad Avanza.
Se trata de los legisladores Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat, quienes acompañaron con su voto proyectos claves del oficialismo como los vetos a la Ley de Movilidad Jubilatoria y a la Ley de Financiamiento Universitario.
El Tribunal Nacional de Ética de la UCR decidió, por mayoría, sacar de sus filas a los tres diputados tras ser acusados de cometer conductas que “lesionaron gravemente la dignidad del partido”.
El escándalo había estallado cuando los legisladores rompieron el acuerdo con su bloque y apoyaron el veto al aumento de la movilidad jubilatoria y subió de temperatura al conocerse la provocadora reunión de los radicales en la Casa Rosada con el propio Javier Milei. La foto se difundió en las redes sociales y marcó el principio del fin de los diputados en el partido.
El proceso disciplinario, iniciado tras la suspensión preventiva de los afiliados en septiembre, concluyó que los diputados incurrieron en “actitudes deliberadamente provocadoras” que impactaron negativamente en la imagen pública de la UCR.
Al despejarlos del camino, la UCR envía un mensaje de firmeza hacia el interior del partido, para marcarle la cancha a quienes actúen por fuera de sus «valores históricos» y, fundamentalmente, se alíen al Gobierno Nacional.
