En la Argentina, uno de cada tres personas sufre de colesterol alto, estiman los profesionales de acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR)
Un nuevo tratamiento para disminuir el colesterol sin efectos secundarios a nivel muscular fue presentado por una farmacéutica nacional y es apto para pacientes con intolerancia a las estatinas y los que no logren los objetivos del control del colesterol, pese a recibir otros tratamientos, disminuyendo a la vez los eventos cardiovasculares como el ataque cardíaco o cerebrovascular (ACV).
Este nuevo fármaco, el ácido bempedoico, cuenta con aval y evidencia científica, tanto en pacientes que toman estatinas u otro medicamento para la reducción del colesterol como en intolerantes a las estatinas. La diferencia es que es una prodroga que se activa exclusivamente en el hígado lo cual hace que no tenga toxicidad a nivel muscular.
“El colesterol no es una toxina, no es un veneno, es una de las grasas que se encuentran en el organismo y que cumplen funciones biológicas. Forma parte de la pared de las células del cuerpo, sirve para la producción de distintas hormonas y vitaminas, y junto con los hidratos de carbono, las grasas, son fuente energética para el organismo”, explicó a Télam el doctor Augusto Lavalle Cobo, jefe de Cardiología del Sanatorio Otamendi y secretario de la Sociedad Argentina de Lípidos.
«El colesterol es uno solo; lo que cambia es que la grasa, para poder circular dentro de la sangre, necesita estar unido a una proteína y esa proteína es diferente en el colesterol (LDL) que se conoce como ´colesterol malo´ que es la que está unida al que se conoce como ´colesterol bueno´ (HDL)», dijo.
Agregó que, «lo bueno o malo” tiene que ver no solo con la diferencia de la proteína sino con dos conceptos, uno, que el colesterol LLD es el que se transporta a los tejidos para ser usado, y el otro es que transporta el colesterol desde los tejidos al hígado para ser eliminado.
El nuevo medicamento demostró reducir “significativamente los niveles de colesterol asociado a lipoproteínas de baja densidad (LDL), colesterol total y la proteína C reactiva (PCR), lo cual podría explicar un efecto antiinflamatorio además del efecto lipídico”, dijeron los especialistas.
Si bien ya se ha lanzado a nivel internacional, el laboratorio Gador es el primero en producirlo en Argentina, generando una mayor accesibilidad para que más personas puedan mejorar su calidad de vida, al tiempo que permite prevenir los eventos cardio y cerebrovasculares de origen aterosclerótico.
Los dolores musculares o calambres a los que refiere el especialista se traducen en sensación de pesadez en los hombros o muslos, y dolor intenso, tanto que en algunos casos hasta imposibilita al paciente a realizar actividades diarias.
“La intolerancia a las estatinas es un escenario que presenciamos a diario en la práctica clínica, siendo los síntomas musculares el primer motivo de abandono de la medicación. Este nuevo medicamento se posiciona como una opción válida, y una alternativa de primera línea para pacientes con intolerancia a estatinas o efectos adversos relacionados con el uso de este fármaco”, coincidió el doctor Pablo Corra, lipidólogo, y presidente de la Sociedad Argentina de Lípidos.
“El nuevo medicamento tiene una eficacia similar a la Ezetimiba, en cuanto a potencia, pero ha demostrado, un beneficio significativo en términos de prevenir eventos cardiovasculares en pacientes con intolerancia a las estatinas; a su vez es una herramienta hoy disponible para aquellos pacientes que se encuentran recibiendo tratamientos y aun requieran un descenso mayor en los niveles de c-LD”, dijo Lavalle Cobo
“El nuevo medicamento tiene una eficacia similar a la Ezetimiba, en cuanto a potencia, pero ha demostrado, un beneficio significativo en términos de prevenir eventos cardiovasculares en pacientes con intolerancia a las estatinas; a su vez es una herramienta hoy disponible para aquellos pacientes que se encuentran recibiendo tratamientos y aun requieran un descenso mayor en los niveles de c-LD”, dijo Lavalle Cobo.
(Télam)