Estuve viendo una de las clásicas películas de navidad de los Estados Unidos, aunque es una película nueva, estrenada para esta temporada navideña, y siempre me asombra como los norteamericanos ponen tanto énfasis en llenar de lucecitas los frentes de sus casas. (no quisiera saber cuanto les llega de consumo eléctrico en la boleta de enero).
Jesús es la luz que llega al mundo en la navidad el Hijo de Dios toma forma humana y llega a nuestro mundo. Para alumbrar a aquellos que estaban en tinieblas.
El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Isaías 9:2
Zacarias el papá de Juan el Bautista, cuando vuelve a hablar después de estar mudo todo el tiempo que duró el embarazo, nos cuenta que Jesús es la luz de los hombres.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó desde lo alto la aurora, Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz. Lucas 1:78-79
Hace unos años los científicos comprobaron que cuando el ovulo es fecundado, se desprende un haz de luz, la luz y la vida juntos desde el comienzo de la existencia.
El relato de Juan el evangelista también nos habla de que Él es la vida y la luz de este mundo.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Juan 1:4-5.
- Cuando andamos en su luz no tenemos temor salmo 27:1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
- Sabemos por donde caminar salmo 119:105 Lámpara es a mis pies tu palabra,Y lumbrera a mi camino.
- Sus promesas son inmutables nunca cambian Santiago 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Ahora es importante que adornemos nuestros hogares con muchas luces, anunciamos a los demás que la Luz del mundo llegó a esta tierra o a nuestras vidas, o estamos siguiendo una tradición nada más.
Nosotros debemos transformarnos en esa luz que ilumine. Moisés se encontró con Dios en la montaña y su rostro se volvió brillante, pablo se encontró con Jesús en el camino a Damasco, en una luz enceguecedora y su vida cambió radicalmente.
Cuando ponemos nuestra fe en Jesús como Señor, nos llenamos de Su luz. El apóstol Pablo describe esta transición de la oscuridad a la luz: «Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad)».
La salvación que tenemos a través de Cristo hace que Su luz entre en nuestras vidas, y no sólo eso, sino que esta luz fluye de nosotros para compartirla con los que nos rodean. Jesús dijo: «Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos».
Cómo vivimos y cómo amamos a los demás revela la luz de Cristo en nosotros
Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
Pablo les recuerda a los creyentes el mensaje de Jesús de que somos una luz sobre un monte que no se puede ocultar.
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo
Estamos viviendo tiempos difíciles, pero se acerca el día de nuestra redención mientras tanto debemos permanecer iluminando al mundo con nuestra mejor armadura, llena de luz iluminando a los que nos rodean, aquellos que necesita ver la luz de Cristo, y la van a ver en vos.
Hagan todo esto estando conscientes del tiempo en que vivimos. Ya es hora de que despierten del sueño, pues nuestra salvación está ahora más cerca que cuando inicialmente creímos. La noche está muy avanzada y ya se acerca el día. Por eso, dejemos a un lado las obras de la oscuridad y pongámonos la armadura de la luz. Romanos 13:11-12