Este jueves 24 de octubre, más de 590 mil estudiantes que cursan el último año de secundaria en Argentina participan de la Prueba Aprender 2024, una evaluación censal organizada por la Subsecretaría de Información y Evaluación Educativa. Esta evaluación abarca las áreas de Lengua y Matemática y se llevará a cabo en 13.722 escuelas de gestión estatal y privada, tanto urbanas como rurales.
La prueba, que no implica la suspensión de clases, tiene como finalidad no solo medir el desempeño académico, sino también recopilar datos sobre el contexto educativo de los estudiantes. Para ello, se aplica cuestionarios complementarios a alumnos y equipos directivos, indagando sobre aspectos como la situación familiar, el clima escolar y las condiciones de enseñanza y aprendizaje.
Se espera que los resultados de esta evaluación, tanto a nivel nacional como provincial, estén disponibles en mayo de 2025. A finales del año siguiente, cada escuela recibirá un informe sobre el desempeño de sus estudiantes.
Según el esquema oficial actual, la prueba Aprender se toma todos los años: en los años pares se evalúa a los estudiantes del último año de secundaria (5° o 6°, según la provincia); en los impares, a los alumnos de 6° grado de primaria.
La evaluación consiste en una serie de preguntas de opción múltiple, diseñadas para evaluar las capacidades cognitivas y los contenidos específicos de cada área.
El Manual Aprender 2024, elaborado por la Secretaría de Educación, señala que el diseño de la evaluación se basa en los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP), y ha sido consultado con las jurisdicciones para reflejar un consenso federal sobre los objetivos y contenidos evaluativos. Este año, un enfoque clave es mejorar las tasas de respondientes, es decir, el porcentaje de estudiantes que logran resolver al menos el 50% de los ítems.
Durante la prueba, cada estudiante recibirá cuadernillos que incluyen las evaluaciones de Lengua y Matemática, así como un cuadernillo adicional con hojas de respuesta y un cuestionario sobre su experiencia escolar.
Los estudiantes deberán resolver preguntas que evalúan la comprensión lectora a través de distintos tipos de textos, así como su capacidad para resolver problemas matemáticos aplicados a situaciones de la vida cotidiana. En Matemática, se evaluarán conceptos como funciones, ecuaciones, geometría y probabilidad, entre otros.
Además de las áreas evaluadas, se preguntará a los alumnos sobre su contexto familiar, incluyendo el nivel educativo de sus padres, la cantidad de libros en su hogar, su experiencia educativa previa, como la asistencia a jardín de infantes y si alguien de su hogar pertenece a o desciende de pueblos indígenas.
En cada ítem de la prueba hay cuatro respuestas posibles (A, B, C y D). Los estudiantes deberán marcar la respuesta en lápiz en la hoja destinada a ese fin. «Las pruebas intentan situar a los estudiantes en un contexto específico en el cual se plantean distintos interrogantes. Para resolverlos deben identificar, organizar e interpretar información expresada mediante diversos formatos textuales, integrarla a sus esquemas de conocimiento, y establecer relaciones que les permitan seleccionar la respuesta correcta», señala el material elaborado por la Secretaría de Educación.