Cada 11 de septiembre en Argentina se celebra el Día del Maestro, una fecha destinada a honrar la labor de quienes dedican su vida a la enseñanza. Aunque no es un feriado nacional, las escuelas primarias y los jardines de infantes cierran sus puertas en reconocimiento a los docentes.
En esta fecha se recuerda el impacto crucial que tuvo Domingo Faustino Sarmiento en el desarrollo del sistema educativo argentino. Su legado, tanto en la creación de escuelas como en la promoción de una educación pública, gratuita y laica, sigue siendo un pilar del sistema educativo actual.
El Día del Maestro en Argentina se celebra cada 11 de septiembre en honor a la figura de Domingo Faustino Sarmiento, quien falleció ese día en 1888. Sarmiento fue una figura central en la historia de la educación argentina, destacándose por su labor como docente, escritor, presidente y promotor de la educación pública, laica y gratuita.
En 1943, en la Primera Conferencia de Ministros y Directores de Educación de las Repúblicas Americanas en Panamá, se propuso la creación de un día continental en homenaje a Sarmiento y al trabajo de los docentes. Finalmente, en 1945, la fecha fue formalmente instituida a través de un decreto en Argentina, extendiendo el homenaje a toda América.
Los aportes de Domingo Faustino Sarmiento a la educación
Domingo Faustino Sarmiento fue uno de los principales arquitectos del sistema educativo en Argentina y dejó una huella imborrable en la historia del país. Su visión sobre la educación pública, laica y gratuita fue un pilar fundamental para el desarrollo de la nación y su progreso.
- La democratización de la educación: Sarmiento veía la educación como una herramienta clave para combatir la ignorancia y el atraso social, y su objetivo era hacerla accesible a todas las personas, independientemente de su clase social o género. En su libro De la educación popular expuso su visión de un sistema educativo inclusivo, en el que la educación primaria fuera obligatoria, gratuita y común para todos. Esto sentó las bases de lo que luego sería la Ley 1420 de Educación Común promulgada en 1884, que estableció la obligatoriedad de la enseñanza para niños de entre 6 y 14 años.
- El crecimiento del sistema escolar: Durante su presidencia (1868-1874), Sarmiento fue un impulsor incansable de la construcción de escuelas y el aumento de la matrícula escolar. Bajo su gobierno, se construyeron más de 800 escuelas en todo el país, logrando que el número de alumnos pasara de 30.000 a 100.000 en una Argentina que contaba entonces con alrededor de 2 millones de habitantes. Su administración también promovió la capacitación docente y la creación de institutos normales, lugares donde los futuros maestros recibirían una formación profesional adecuada.
- La creación de instituciones educativas y bibliotecas: Sarmiento fue también responsable de la creación de instituciones que aún hoy son pilares de la educación y la cultura en Argentina. En 1870, fundó la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), con el objetivo de facilitar el acceso a libros y promover la lectura entre la población. También fue responsable de la creación de la Biblioteca Nacional de Maestros, un organismo clave para la formación y el desarrollo profesional docente.
- El rol de la educación en el progreso social: Sarmiento creía que el progreso científico y la educación eran esenciales para el desarrollo nacional y la construcción de una sociedad moderna. En su obra Facundo: civilización o barbarie criticó la falta de educación y las condiciones de atraso en las zonas rurales del país, defendiendo la idea de que la instrucción pública era el único camino hacia el desarrollo económico y social de Argentina.