El robo de choclos en las zonas rurales de 9 de Julio se convirtió en un problema grave para los productores agrícolas, que ven afectada su rentabilidad y su seguridad. El productor Paulo Mattes se refirió a los violentos hechos de inseguridad que sufrió en su plantación, que lo llevaron a optar por abandonar el cultivo de maíz.
«Hace cuatro años que sembramos choclo, pero cada vez nos roban más. El año pasado, en un lote de 20 hectáreas, nos faltaba la mitad de la cosecha. Este año contratamos serenos, pero renunciaron por las amenazas que recibieron de los ladrones» relató.
Así también informó que los vecinos siempre avisan cuando observan a gente salir con bolsas de los lotes, «llamamos a la policía rural y damos a conocer esto y hace poco detuvieron a cinco personas, entre mayores y menores, pero al poco tiempo salieron. Lo peor es que todos iban armados con cuchillos y machetes», expresó con temor.
El empresario Mattes manifestó que está cansado de esta situación y que decidió abandonar el cultivo de maíz y buscar otras alternativas, «somos gente de trabajo, pagamos alquileres por los lotes y tenemos que rendir cuentas con los dueños. Lo económico se recupera, pero la vida no. Hay mucha necesidad, pero eso no justifica invadir la propiedad privada y el esfuerzo ajeno».
Para finalizar el empresario hace un llamado a la comunidad para que no compre choclos robados, ya que así fomenta el delito. «Si hay gente que hace estas acciones, hay otras que lo compran. Por eso pido que no compren, porque alientan a que sucedan estas cosas, donde lastimosamente somos parte de un sistema donde uno tarda mas en denunciar y la policía no tiene muchas herramientas o medios para retener a estas personas»