Y ahora quiere que me ponga ropa cara
Balenciaga, Gucci, Prada
Balenciaga, Gucci, Prada
Pero de eso no tengo nada.
Ropa Cara. Camilo
Hay gente que le gusta usar ropa cara, a otros, entre los que me incluyo, cuando estamos de remera y unos jeans, somos felices.
Jesús como siempre yendo contracorriente afirmaba que los fariseos, hacían las cosas para llamar la atención, entre esas cosas, agrandaban los flecos de sus ropas, para parecer más importantes a los ojos de la sociedad. Ropa cara solo para llamar la atención.
¡Y luego se dedican a hacer obras de caridad para que los demás los vean! Para aparentar santidad, se ponen en la frente y en los brazos porciones de las Escrituras escritas en las tiras de pergamino o piel más anchas que puedan encontrar, y procuran que los flecos de sus mantos sean más largos que los de los demás.
En las cartas del Nuevo Testamento tanto Pablo como Pedro nos enseñan que las ropas que debemos lucir son otras.
Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a Él.
Una nueva naturaleza que hace que nos parezcamos más a nuestro Salvador. Y cuanto más nos parecemos a nuestro Salvador, más entendemos que el vínculo perfecto es el amor.
Ya no es importante decía Pablo a los Colosenses, si son judíos o no, ricos o pobres, lo único que importa es Cristo en ustedes.
Los fariseos como decíamos antes se vestían con ropas para demostrar su santidad, pero en apóstol, nos muestra que la verdadera santidad no tiene que ver con mi ropa, sino con algo que no se ve a simple vista.
Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia.
Ésta es la ropa que un verdadero discípulo de Cristo debe compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia. ¿Cuál de estas prendas te cuesta lucir más?
También Pedro en su carta universal, recalca que debemos vestirnos con Humildad, en tiempos en que todo el mundo quiere ser más que los demás, debemos aprender a considerar a los otros como superiores.
Vístanse todos ustedes de humildad y sírvanse unos a otros porque
«Dios rechaza a los orgullosos,
pero es bueno con los humildes».
Y la ropa más importante que debemos vestir sin la cual, no podemos lucir nada de lo anterior el amor:
Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía.
El autor y compositor Fabián Liendo, en su libro Invisibles, explica que cuando nos vestimos de amor, nuestras ropas harán que la gente no nos vea como realmente somos, sino que nuestros defectos (que todos los tenemos) quedarán escondidos, porque ellos verán a Cristo en nosotros, seremos como la luna que no tiene luz propia, sino que refleja la del Sol.
Jesús el sol de justicia, se reflejará en nosotros, para iluminar al mundo con su amor. Mejor, revístanse con el Señor Jesucristo y no piensen, como piensa todo el mundo, en satisfacer sus propios deseos.