En una entrevista en Eldópolis Radio 106.3, Sergio Delapierre, productor yerbatero, compartió detalles sobre una reunión con el gobernador de la provincia. También explicó que la reunión se centró en un tema específico: la situación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
«Éramos solo productores de yerba mate», aclaró Delapierre. «El objetivo fue pedirle al gobernador que gestione una reunión con Guillermo Francos para definir de una vez por todas si nos van a devolver el INYM con todas sus funciones».
Delapierre subrayó la importancia del INYM, especialmente en la fijación de precios de la yerba mate. «Lo fundamental es que nos habiliten a que el INYM siga fijando el precio de la yerba mate», enfatizó. «Eso sería lo fundamental, porque sin eso, la función del Instituto es casi secundaria».
La falta de regulación de precios tuvo un impacto negativo significativo en la economía local. «Estamos perdiendo $100 por kilo de hoja verde porque bajó el precio a $270. Eso representa una pérdida de $80,000 millones al año para la región productiva», señaló Delapierre. «Esa es plata que no entra a los comercios, a los talleres, ni al bolsillo de los productores».
Delapierre expresó la frustración de los productores ante la falta de respuestas claras. «Queremos ir a Buenos Aires para saber si se puede o no se puede regular precios», afirmó. «Si no se puede, entonces sabremos qué hacer. Algunos productores están considerando manifestaciones o cortar el acceso a los camiones».
El gobernador mostró su apoyo a los productores. «El gobernador estaba contento de que nos hayamos juntado para ir todos juntos a Buenos Aires a reclamar que se vuelva al instituto», dijo Delapierre. Sin embargo, también advirtió que podría ser «un hermoso paseo a Buenos Aires que volvamos con las manos vacías».
Finalmente, Delapierre mencionó una próxima reunión importante sobre el uso del glifosato. «Mañana hay una reunión de los productores en dos de mayo para discutir el artículo siete de la ley de promoción de los insumos», indicó. «Queremos que la ley siga, pero necesitamos la opción de comprar glifosato si es necesario, porque no hay ningún producto alternativo».