Quemar las naves
En el año 335 A.C. Alejandro Magno llegó a Fenicia, debió enfrentarse a un ejército mucho mayor que el suyo, ante el temor en los ojos de sus propios soldados, ordenó que sus capitanes quemaran sus propias naves. De pronto, Alejandro pronunció un discurso impresionante: “Caballeros, ante vuestros ojos están destruyéndose las naves que nos