Dom, 17 de noviembre de 2024
Motivación

thanksgiving day

Generalmente a través de la industria cinematografía sobre todo el norteamericana, poco a poco nos fuimos familiarizando con algunas fiestas que nunca nos fueron propias.

San Valentín, Halloween, y el día de Acción de Gracias.

Me resisto a convivir con ellas, salvo probablemente esta última.

Cuenta la historia que esta tradición tiene su origen en 1621, cuando los colonos ingleses celebraron, con los nativos de la zona, el éxito de su primera cosecha durante tres días consecutivos.

De los colonos que habían llegado el año anterior, en el barco “Mayflower”, a la colonia de Plymouth (parte del actual estado de Massachusetts), solo la mitad logró sobrevivir el primer invierno, por lo cual la cosecha exitosa del año siguiente fue motivo de celebración y gratitud. Fueron los nativos de esa zona, que enseñaron a los colonos como cultivar, además de pescar y cazar.

Hace unos días hablaba con un Pastor muy estimado por mí, a quien le pregunte de que le gustaría hablar a la congregación si tuviera la oportunidad de hacerlo, y su respuesta fue contundente. No me hablo de milagros, de prosperidad, de bienestar, de sana doctrina…de nada de eso. Solamente me dijo de la GRATITUD.

Como cristianos, que hemos sido rescatados por un Sacrificio tan grande como el de Jesús en la cruz, nuestras vidas, siempre deben estar llenas de gratitud.

Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
Colosenses 3:15-17.

En esta carta, el apóstol Pablo nos instruye, nos aconseja que seamos agradecidos en tres ocasiones en tan solo 3 versículos.

Mientras más nos llenamos de Cristo y de su paz, más crece nuestro agradecimiento. Al llenar el corazón con la palabra de Dios, nuestra perspectiva en la vida cambia. Vemos las cosas como Dios las ve, hacemos todo para su gloria y nuestros corazones rebosan de gratitud contagiando a los que nos rodean.

Agradece por la vida de aquellos que Dios te puso al lado.

Al recordarte de día y de noche en mis oraciones, siempre doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia limpia como lo hicieron mis antepasados.
2 Timoteo 1:3.

Estamos rodeados de gente que Dios ha puesto en nuestras vidas: nuestra familia, amigos, vecinos, los compañeros de trabajo y muchas otras personas. Todos ellos forman parte de nuestro día a día. Ten la costumbre de orar por las personas que Dios pone en tu mente y en tu camino. Da gracias a Dios por ellas, y sigue el ejemplo de quienes te animan y ayudan en tu andar con Jesús.

En toda circunstancia debemos agradecer a Dios, por todo también nos enseña Pablo en este caso en su carta a los Efesios.

…hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Efesios 5:19-20.

Los norteamericanos celebran el día de acción de gracias, una vez al año, el tercer jueves del mes de noviembre. Nosotros ciudadanos del cielo, cuyo pasaporte está sellado por el autor y consumador de nuestra fe. Debemos agradecer a Dios siempre, todos los días de nuestra vida debe estar llena de gratitud, porque sabemos cómo dice la carta a los romanos …a los que aman a Dios todas las cosas le ayudan para bien.