En el programa «Búscale la Vuelta», conducido por Melania Schick en Eldópolis Radio FM 106.3, Tomasa González compartió su emotiva historia como docente y directora. Con más de 37 años dedicados a la docencia, Tomasa habló en primera persona sobre su carrera y las vivencias que la llevaron a dejar una huella imborrable en las escuelas donde trabajó.
Tomasa comenzó su carrera docente en la escuela de Comercio, la misma institución donde cursó sus estudios secundarios. «Empecé en la EPCE 19 y luego fui sumando horas en otras escuelas como la Técnica de Piray y la Escuela Normal. Me dediqué a la enseñanza con pasión, y creo que quienes pasamos por la escuela de Comercio tenemos un fuerte sentido de pertenencia», relató con nostalgia.
Durante la entrevista, Tomasa compartió anécdotas de su tiempo como docente en la escuelita del km 5 “Yo había tomado clases de teatro, y después como me parecía que esos chicos necesitaban salir un poco del lugar donde estaban, conocer que existían otras cosas y que podían hacer otras cosas, comencé con taller de teatro. Una escuelita que levantamos haciendo rifas, tortas con la directora, en ese momento no teníamos ventanas, puertas, y bueno, de a poco fuimos haciendo una institución, una escuela más habitable digamos y haciendo cosas por los chicos. Y llegamos a hacer una obra de teatro, una creación colectiva. Y que después nos presentamos en un concurso y ganamos un viaje a Córdoba. ¡Ay, qué lindo!. Un concurso que fue con todas las escuelas de Eldorado Primavera Noventa creo que se llamaba el concurso, organizado por la municipalidad y después también hicimos otra obra pero eso fue mucho más adelante hicieron un segundo concurso de teatro estudiantil organizado nuevamente por municipalidad. Y otra vez ganamos con los chicos de esa escuela”. Son experiencias inolvidables , especialmente para los chicos, que necesitaban ver más allá de su entorno”, recordó con emoción.
Asumir la dirección de la escuela de Comercio no estaba en sus planes, pero fue un desafío que decidió enfrentar con valentía. “Nunca me imaginé la dirección Y de pronto tengo que asumirlo y, lo asumí y dije, bueno, seguro que esto tengo que hacer, no sé. Nadie te enseña para ser director de una escuela . Ahora por ahí hay algunos cursos de gestión, yo leí mucho sí sobre gestión directiva”, confesó Tomasa, quien además de dirigir, continuó dando clases, ya que «nunca se deja de ser docente».
Sin embargo, no todo fue fácil. La dirección implicó lidiar con numerosos desafíos “son muchos los frentes en una dirección, demasiados. La EPCE 19 tenía entre 1400 y 1500 alumnos, con tres turnos. Además, se abrió una Tecnicatura Superior en Administración de Pymes, lo que sumó más trabajo. El cargo directivo es 24/7; no podés desentenderte de lo que sucede en la escuela.
Yo creo que un director no tiene que ocuparse de ver si le arreglan los sanitarios, o ver si le arreglan los techos pero en la Escuela de Comercio. N 19 tenías que preocuparte por todo. Y la escuela era antigua. Y se estaba cayendo a pedazos y necesitábamos una refacción integral. Trabajé mucho con la cooperadora y gestioné con las autoridades para conseguir los fondos necesarios. No sé de dónde saqué la fuerza, soy creyente y me dije Dios me dará las fuerzas y lo hice con la ayuda también, de personas positivas que me apoyaron”, relató Tomasa.
Tomasa ha sido una persona muchas veces criticada por su carácter a lo que respondió “No podemos caerle bien a todos, me parece. Y bueno, cada uno tiene su carácter, seguro y yo sé que no tengo el mejor”
Cuando le preguntaron si se arrepentía de algo respondió “Y uno siempre tiene ahí algo que se arrepiente podría haber hecho esto y no lo hice porque uno comete errores porque, como te decía hoy, nadie te enseña a ser directora. Ser docente es fácil, digo, vos te vas, das tu clase, no te comprometes mucho con nada. Porque hay excelentes docentes van dan su clase, tiene buena relación con los demás, pero con la institución no se compromete y está bien también. Pero cuando vos comenzás a asumir responsabilidades me parece que hay que tomar decisiones. Y por ahí las decisiones que uno toma no son muy simpáticas. Y desde la consulta, ponés a consideración. y finalmente vos tenés que tomarla en el momento y bueno, y fui cuestionada” .
A lo largo de su carrera, Tomasa se enfrentó a momentos de duda y a situaciones complejas, como problemas de adicciones y violencia entre los estudiantes. «Hay decisiones difíciles que uno debe tomar como director. Fui, por ejemplo, cuestionada por medidas como la implementación de mochilas transparentes, pero uno debe hacer lo que considera correcto para el bienestar de los estudiantes«, afirmó.
Cuando le preguntaron si alguna vez pensó en renunciar, Tomasa fue sincera: “No quise renunciar, aunque a veces pensé que no quería seguir siendo directora. Hubo momentos de falta de apoyo, pero seguí adelante con la gente que me dio energías para continuar”.
Ahora, jubilada desde el primero de julio de este año, Tomasa reflexiona sobre su legado y ofrece un consejo a los directores de escuelas: “Hay muchos consejos pero me parece que lo central es lo pedagógico y bueno, delegar un poco, lo que yo no supe hacer mucho delegar y eso es una autocrítica también que me hago, que se involucre más en la cuestiones pedagógicas y que lo edilicio lo reclame, por nota a donde debe reclamar pero que se dedique más y se enfoque más a lo pedagógico que es donde está el foco, que es nuestra tarea central de docente, y como directivo. Y yo traté de llenar todos los frentes, pero no se puede hacer bien todo.”
Al preguntarle si elegiría seguir trabajando si tuviera la posibilidad Tomasa respondió “No, ahora si vos me decís, te devuelvo veinte años, bueno, sí, dame. Pero hoy no, porque se necesita otra energía para estar frente a una escuela”
Tomasa también habló sobre sus sueños: “Me gustaría viajar más, conocer mi país y el mundo. También quiero escribir un libro, es un sueño realizable”.
Al finalizar Tomasa concluyó “hay que tener esperanza. Uno no puede ser docente si no tiene un poco de esperanza para cambiar las cosas.”
“Mi mensaje para los dirigentes políticos, que hagan bien las cosas, que piensen más en la gente. que lo necesitamos, que se dediquen a dirigir aquellos que tienen en sus manos la posibilidad concreta, real para cambiar ciertas cuestiones, para cambiar ciertas cosas.
Y por último, considero que todos tenemos la responsabilidad de mejorar nuestra ciudad”
La historia de Tomasa González es un testimonio de dedicación, resiliencia y amor por la educación, dejando una lección valiosa sobre la importancia de luchar por lo que uno cree y el impacto que un buen docente puede tener en la vida de sus alumnos.