Los productores misioneros de yerba mate convocan a no realizar la tradicional cosecha de verano, conocida como zafriña, que se lleva a cabo entre diciembre y febrero. Esta decisión surge ante los bajos precios que paga la industria por la hoja verde, los cuales se encuentran por debajo de los $200 por kilo. Exigen un precio mínimo de $390.
Este año, la producción de yerba aumentó un 70 % en comparación con el año anterior, debido a la recuperación tras las sequías de ciclos anteriores. Sin embargo, el sector enfrenta un problema agravado por la desregulación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), impulsada por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 de Javier Milei.
Ante esta situación, la provincia de Misiones busca establecer mayor transparencia en el mercado mediante un sistema digital de trazabilidad. Este permite fijar precios de referencia y garantizar que se respete el valor acordado entre todas las partes de la cadena yerbatera.
Sin zafriña: un llamado a la acción
Un grupo de productores de Andresito lideró la convocatoria para no cortar ni entregar hoja verde desde el 1 de diciembre hasta finales de marzo. Según Jonás Petterson, uno de los referentes del sector, esta medida se mantendrá “hasta que falte yerba en góndola o hasta que se pague un precio digno por la hoja verde”.
En marzo, los productores habían solicitado un precio de $505 por kilo, pero las industrias ofrecieron valores mucho más bajos, lo que obligó a muchos productores a aceptar condiciones desfavorables.
Piden que se restablezcan las funciones del INYM
La desregulación del INYM provocó un impacto significativo en el sector, que anteriormente era una de las economías regionales más fuertes del país, según el semáforo de Coninagro. La eliminación de precios oficiales dejó a los pequeños y medianos productores sin herramientas legales para exigir valores justos, lo que profundiza los problemas y el malestar de los colonos.
Hugo Sand, presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM), señaló que “el DNU de Javier Milei ha provocado el inicio de una terrible crisis en nuestro sector”. A través de un comunicado, hizo un llamado a que “se restituyan todas las funciones del INYM” y abogó por la reflexión para garantizar la estabilidad de la cadena yerbatera.
Los antecedentes de paros yerbateros incluyen el histórico tractorazo de 2001, que resultó en la creación del INYM, y otro importante conflicto en 2006. Ahora, los productores vuelven a alzar la voz para exigir condiciones que permitan la sostenibilidad del sector.