Un alumno de Garupá llevó un revólver a la escuela: “Fue una situación límite, podría haber pasado cualquier cosa"
El hecho fue confirmado por la directora de la institución, Gabriela Vallejos, en Eldópolis Radio 106.3
Daniela Rivas
Una situación de extrema gravedad se vivió este jueves por la mañana en el BOP 86 de Garupá, cuando una preceptora detectó que un alumno de 15 años tenía un arma de fuego en su poder. El hecho fue confirmado por la directora de la institución, Gabriela Vallejos, en Eldópolis Radio 106.3.
"La preceptora me dijo que el alumno tenía un revólver. Yo sorprendida le pedí que lo llevara a preceptoría mientras yo iba para allá. En vez de entrar a la escuela, me fui directamente a la comisaría", detalló Vallejos. Según su testimonio, los uniformados se presentaron rápidamente y retiraron el arma del cuerpo del menor. Aunque el revólver no estaba cargado en ese momento, al ser revisado en el baño junto a un docente, le encontraron "un cargador con tres proyectiles calibre .22"
El adolescente explicó que el arma pertenecía a un amigo que no es alumno del BOP 86 y que se la había dado para que la "guardara", alegando que su madre no le permitía tenerla en casa. “Me dijo que la noche anterior estuvieron compartiendo una paella y que ahí se la pidió”, contó la directora. También se supo que el alumno amenazó a un compañero, mostrando el arma de forma intimidante al levantar su remera.
Gabriela Vallejos subrayó que el contexto social en el que está inserta la escuela es complejo: "El barrio Fátima es un lugar particular, con distintas clases sociales, pero el flagelo de la droga es muy fuerte. Muchos chicos conviven con realidades difíciles".
Asimismo, destacó que el menor tiene derecho a continuar escolarizado y que, por el momento, fue trasladado a un centro de contención por 72 horas, a la espera de la resolución judicial. La institución, en tanto, activará un protocolo para garantizar su continuidad educativa en condiciones adecuadas.
“Fue una situación límite, podría haber pasado cualquier cosa. Agradezco la rápida intervención de la Policía y del Consejo de Educación, que se comunicó con nosotros para ofrecer acompañamiento a la comunidad educativa”, concluyó la directora.
También reveló que muchas familias y docentes se mostraron conmocionados y que algunos estudiantes sienten temor tras el episodio. “Tenemos talleres de prevención, pero necesitamos más herramientas. Esta es la realidad social con la que convivimos a diario”.
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