Desde la sede del PJ, Cristina Fernández Kirchner salió a la calle para hablar sobre el fallo de la Corte Suprema en su contra, bajo el cual se ratifica su condena en la causa Vialidad. Ante una multitud de fanáticos, la expresidenta de la Nación: "Esta Argentina que hoy estamos viviendo no deja de sorprendernos".

"Al cepo del salario que le ha puesto este Gobierno de Milei, ahora el partido Judicial le agrega el cepo al voto popular. Una novedad realmente", manifestó la líder del PJ, mientras sus simpatizantes la rodeaban, insultaban a los jueces del máximo tribunal y cantaban: "Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar".

"Este cepo al voto popular no lo pone este triunvirato de impresentables que funge como una ficción de la Corte Suprema. No no no, no se confundan, son tres monigotes que responden a mandos naturales muy por arriba de ellos", añadió la expresidenta de la Nación, quien será encarcelada por el delito de administración fraudulenta.

Sus palabras tuvieron lugar en la puerta de la sede de Matheu, lugar donde estuvo reunida con la dirigencia del Partido Justicialista. Allí acamparon senadores del espacio y, luego, otras personalidades como Axel Kicillof y Sergio Massa.

Apuntó, por supuesto, al “poder económico” y aseguró que esta decisión del máximo tribunal está vinculada a su candidatura bonaerense por la tercera sección, la cual había anunciado en C5N la semana pasada. “Esta causa tiene un cronograma electoral maravilloso. Un mes antes de la oficialización de las candidaturas en la Provincia sacan el fallo”, planteó.

Aprovechó para arremeter también contra el expresidente Mauricio Macri, a quien lo definió como un “fracasado que lo echaron a patadas” del Gobierno, y quien tampoco pudo ser reelecto. “¿A quién quieren engrupir?“, planteó con enojo, y recordó que su espacio fue la única fuerza política después de la Ley Saénz Peña que pudo efectuar tres gestiones consecutivas.

Cristina Fernández de Kirchner contra Sturzenegger, Macri y Luis Caputo

“La paradoja es que ellos, en libertad; y yo, presa. Mientras los Sturzenegger, los Macri de los parques eólicos, del Correo... Mientras que los ‘Toto’ Caputo inefables caminen sin que nadie les reclame nada, estar presa es casi un certificado de dignidad política y personal histórica. Créanme", disparó Cristina ante una multitud enardecida.

Además, señaló: “Se equivocan los que piensan que de esta manera van a llegar a sus objetivos, que son seguir con procesos de destrucción a los argentinos. Se equivocan porque me pueden meter presa, pero la gente cobra salarios de miseria o pierde el trabajo, las jubilaciones van a seguir sin alcanzar y no van a llegar a fin de mes, los medicamentos cada vez están más caros e inaccesibles... Pueden hacer todo eso y no les va a servir. Tardará más o menos tiempo, pero lo digo hace tiempo. El pueblo finalmente es como un río, se le ponen piedras, se le puede desviar el cauce, pero el agua cuando se filtra, pasa”.

“También sé, no de inteligente o de vivaracha, para nada, simplemente porque la historia me ha enseñado, que el pueblo toma nombre y liderazgos que van surgiendo a medida que va marchando. Nadie tiene la vaca atada, ninguna fuerza política, pero de lo que estoy segura es de que no se resignan a vivir sin derechos, que no se resignan a no tener un trabajo digno, que no resignan a pensar que sus hijos pueden ir a la universidad y construir un futuro mejor. Y si siempre encuentran dirigentes que se resignan, elegirán a otros", indicó la expresidenta.

Para cerrar, se dirigió directamente a sus fieles militantes y dirigentes, asegurándoles que está dispuesta a “poner el cuerpo” contra los “ensobrados de derecha” y a la “derecha mafiosa”. “Los quiero mucho, les agradezco todo el aguante, el amor y el afecto”, dijo y adelantó que se iría directo a su casa de la sede.