Desde que el 20 de marzo comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el presidente Alberto Fernández para evitar la expansión a gran escala del coronavirus Covid-19 en la población, se atravesaron tres etapas y pronto comenzará una cuarta que busca empezar a reactivar la actividad en algunos sectores, aunque la geografía y los focos urbanos continúan en el ojo analítico del grupo de especialistas que acompañan las decisiones del Gobierno de la Nación.
La primera fase 20-31 de marzo: aislamiento estricto
Fue el comienzo de lo nuevo e histórico. Fernández ya había decretado por medio de un Decreto de Necesidad y Urgencia la Emergencia Sanitaria (DNU) por un año toda Argentina y siete días antes de la estricta medida se había registrado el primer caso positivo en el territorio: un porteño que había vuelto de Italia.
Con la campaña intensa por parte de la comunicación estatal, se instaló el #QuedateEnTuCasa (también #YoMeQuedoEnCasa) y se contempló la autorización para las actividades consideradas esenciales, como los negocios de cercanía (almacenes, farmacias) y los trabajadores de la administración nacional, provincial y municipal.
«Los que trabajan en la sanidad, en las fuerzas de seguridad y en las fuerzas armadas. Y otras actividades, como los que trabajan en la producción de alimentos, fármacos y algunas otras actividades como el refinamiento de nafta y gasoil”, remarcó el jefe de Estado en el anuncio realizado en la Residencia de Olivos.
«La Prefectura, la Gendarmería y la Policía Federal, junto con las policías provinciales estarán controlando quién circula en las calles», sentenció.
Segunda fase 1-12 de abril: aislamiento administrado
Al aumentar la cantidad de casos positivos y muertos en España e Italia, y con Brasil como un potencial peligro que asomaba en Sudamérica, se determinaron dos semanas más de cuarentena dentro de lo llamaron aislamiento administrado. En un lapso que tenía al fin de semana largo de Semana Santa en la mira, Nación, Ciudad y Provincia intensificaron el refuerzo de los controles vehiculares y el cierre de más de la mitad de los ingresos a la ciudad de Buenos Aires.
A la vez, se exceptuaron los sectores vinculados a la venta de materiales de construcción, industrias minera, nuclear y forestal, la fabricación de maquinaria agrícola, el comercio exterior, mutuales y cooperativas de crédito. Se habilitó un permiso de circulación.
Tercera fase 13-26 de abril y 27 de abril al 10 de mayo: segmentación geográfica
Desde el Gobierno se la llamó «cuarentena administrada» y estableció un movimiento poblacional de hasta el 50%. Se levantaron restricciones con las obras públicas, los bancos comenzaron a atender mediante un sistema de turnos y los talleres mecánicos y las gomerías retomaron su actividad, empresas de venta de artículos de librería e insumos informáticos, entre otros.
También se abordaron las salidas recreativas por una hora y en 500 metros, las cuales fueron analizadas localmente por intendentes, quienes diagramaron esa posibilidad. En algunos municipios se posibilitaron caminatas de acuerdo al último número del DNI o exclusivamente para los jubilados.
Cuarta fase 10-24 de mayo y 25 de mayo al 7 de junio: reapertura progresiva
La región de AMBA continuará en la tercera, mientras que el resto de las provincias y localidades bonaerenses comenzaron a transitar en la cuarta, la que implicó una mayor apertura de actividades. Sin embargo, Baradero, Castelli y Chascomús (en territorio bonaerense), Ingeniero Jacobacci (Río Negro), Gastre (Chubut) y toda la provincia de Catamarca determinaron retrotraer las habilitaciones debido al aumento en los casos.
Tras varias críticas de algunos intendentes bonaerenses hacia Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño, por permitir la apertura de más comercios y generar un mayor movimiento en el transporte interjurisdiccional, desde su administración se decidió continuar de la misma forma, aunque, tras órdenes de presidencia, solamente pueden subir a colectivos, trenes y subtes trabajadores esenciales, al tiempo que se impulsaron más controles.
En tanto, la Provincia no se autorizaron construcciones y sólo los comercios de cercanía permanecerán abiertos.
Cuarta fase 1-17 de julio: AMBA es la excepción
Con el foco de infectados y fallecidos en la región de AMBA, Fernández, Larreta y Kicillof determinaron que ese área retroceda y mantenga una cuarentena estricta con límites a la circulación y solamente comercios de cercanía.
«Alberto Fernández nunca se enamoró de la cuarentena: es un remedio para la pandemia y es el único que conocemos; de lo que estamos enamorados es de la vida y por eso la cuidamos tanto y por eso nos pesa tanto ese número trágico de personas que dejaron de estar entre nosotros», manifestó el presidente.
El resto del país, a excepción de Chaco, continuarán con las mismas medidas aunque no se precisaron detalles sobre un posible avance hacia una quinta.
Kicillof, sin embargo, señaló: «En 70 municipios estamos en fase 5, está prácticamente todo autorizado»
Fuente: Ámbito