Esto también pasará
Motivación

Esto también pasará

Hace muchos años, un joven sultán gobernaba sobre una franja de territorio a lo largo de las costas del mar Rojo.  El sultán estaba frustrado por las complicaciones que entraron en su vida como resultado de las grandes oscilaciones en su temperamento, pero él no estaba seguro de cómo precisar su problema, ni mucho menos remediarlo.

Un día, a este sultán le llegaron noticias de un gobernante en un reino cercano de quien decían tenía sabiduría ilimitada. Era Salomón, rey de Judá.

Narraciones de la extraordinaria sabiduría de Salomón hicieron que el sultán ansiara buscar su consejo. Él viajó a Jerusalén y se le concedió una audiencia con el rey. Él explicó su naturaleza errática y le proveyó a Salomón ejemplos de los cambios en su ánimo.

Salomón escuchó.

“Vuelva a verme en un mes. Entonces estaré capacitado para ayudarlo”.

El sultán regresó a su palacio, sintiéndose animado, orgulloso e inmortal. Pasado el tiempo prescrito, él regreso a Jerusalén y entró a la corte de Salomón. El rey puso en sus manos una pequeña caja y le dijo que la abriera. Dentro había un anillo con esta inscripción hebrea en su superficie: Gam zeh ya’avor.

Esto también pasará.

“Este proverbio servirá como un recordatorio constante de que todas las condiciones materiales, positivas o negativas, son temporales”, dijo Salomón. “Llévelo puesto, recuérdelo, y vívalo”.

Ya el padre de Salomón, David entendió esto desde su juventud, de ser pastor de ovejas, a matar a un gigante y ser la figura mas importante de su generación, a ser perseguido por su suegro, a ser nombrado rey de Israel, y luego traicionado por su propio hijo Absalón. El rey sabía que nuestras circunstancias son variables, pero de una cosa él estaba seguro, más allá de lo que ocurriera en su vida, Dios es el pastor que está a su lado, aunque todo parezca un valle lleno de oscuridad y de muerte.

Aunque ande en valle de sombra
de muerte
no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo.

Que podemos temer cuando sabemos que Dios esta ahí cuando nuestras angustias parecen rodearnos y cada vez son más se hacen más grandes.

Tu vara y tu cayado
me infundirán aliento.

La vara y el cayado eran los elementos con los que contaban los pastores de antaño, uno para proteger a las ovejas de los animales y el otro para corregir el rumbo de alguna que se quería salir del rebaño. Saber que el pastor está protegiéndonos y no dejándonos solos en el medio del valle debe ser la mayor convicción. DIOS ESTÁ CON VOS EN MEDIO DE TU MAYOR PRUEBA.

Esto también pasará, los momentos de pruebas que atravesamos, nos hacen salir más fortalecidos

Luego de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables. 1 Pedro 5:10

Nunca bajes los brazos, recordá que esto también va a pasar.