En la noche del martes, el ministro Oscar Alarcón advirtió a través de una conferencia de prensa, que el número de casos positivos por Covid-19 se había duplicado en las últimas horas llegando a 12 pacientes confirmados. Uno de los casos más llamativos, fue el de una niña de Puerto Iguazú, con un nexo epidemiológico aún desconocido. La menor había sido atendida por el doctor Gabriel Antueno por una crisis asmática que, sumado a un cuadro febril y dolor de garganta, alertó al médico para activar el protocolo.
«Aunque las condiciones del barrio no se prestaba mucho para sospechar que una niña podría estar con un Covid positivo, igualmente decidí activar el protocolo», advirtió el pediatra. Ante la imposibilidad por parte de la familia de la niña de trasladar a la menor al hospital, Antueno la sube a su auto, tomando las precauciones pertinentes y cuando llegan al nosocomio, el equipo médico ya estaba esperándolos para ingresarla en aislamiento.
«Nuestra directora siempre sostiene que es mejor que nos sobre un estudio y no que nos falte», reflexionó el médico que aseguró no dudar en ningún momento en activar el protocolo y trasladarla en su propio auto al hospital. «Es una cuestión de humanidad, no podría dejarla ahí, además de la razón científica, por la manifestación de esos síntomas. Yo debo proteger a la comunidad, como cualquiera de los médicos que están acá lo hacen, era razonable hacerlo».
Gracias al pronto accionar del pediatra, la niña pudo ser atendida con celeridad. «Por suerte la dificultad respiratoria cedió y la nena ahora está en buen estado», señaló. «Lo que queda claro es que el virus ya está entre nosotros, en la comunidad, el ministro Alarcón fue muy claro explicando que significa esto y qué hay que hacer para protegerse», agregó.
Debido al contacto con la menor infectada, Antueno deberá permanecer en aislamiento y realizarse los estudios correspondientes, nuevamente, para descartar cualquier posibilidad de contagio. No obstante, aseguró que desde el inicio de la emergencia sanitaria que evita el contacto con sus padres y hace meses no sale de la ciudad de Puerto Iguazú. «Como profesionales de la salud tenemos una gran responsabilidad y no queremos ser los responsables de llevar el virus a nuestras familias», indicó.