En general, suelen depositarlos en hasta 72 horas. El Banco Central fijaría un plazo no mayor a 24, donde sólo serán beneficiadas las pymes.
La Cámara de Diputados aprobó casi por unanimidad el proyecto que establece la obligatoriedad de acreditación inmediata en la cuenta de comercios del sector de las pymes del monto de operaciones realizadas con tarjeta de débito y tarjetas prepagas. El proyecto fue impulsado por la diputada oficialista Fernanda Vallejos, presidenta de la Comisión de Finanzas y elaborado a partir de dos textos de los diputados del Frente de Todos Carlos Ponce y Ariel Rauschenberger.
La ley establece la obligatoriedad para las entidades bancarias y no bancarias de acreditar en forma inmediata el monto de las compras realizadas con tarjeta de débito y tarjetas prepagas en la cuenta del receptor, cuando se trate de comercios minoristas o mayoristas.
Sólo quedarán exceptuados aquellos que estén vinculados o controlados por otras empresas o grupos económicos que no correspondan a pequeñas y medianas empresas, uno de los cambios respecto al dictamen. El otro cambio tuvo que ver con que la obligatoriedad de la acreditación automática, además de las tarjetas de débito, incluya también a las compras realizadas con tarjetas prepagas.
De esta forma, la media sanción obtuvo 232 votos a favor, 4 en contra y 3 abstenciones. La banca y las compañías de créditos suelen acreditar los pagos entre 48 y 72 horas, tiempo que obliga a los comercios a buscar financiamiento para sus pagos cotidianos. El dictamen no definió el plazo, pero será parte de una negociación entre el Banco Central y cada entidad financiera. Se estima que no será superior a 24 horas.
Por su parte, las compras con tarjetas de débito alcanzaron los $72.488 millones mensuales en 2019, lo que significó que los empresarios pagaron unos $652 millones en comisiones por mes y tardaron unas 48 horas o más en recibir ese dinero en sus cuentas. Son datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), con base en datos del Banco Central.
«Esta demora implica una dificultad no menor para estos comercios por la imposibilidad de disponer inmediatamente, tal como ocurre con el débito que se realiza en la cuenta del comprador, de la masa de dinero involucrado en esas operaciones», sostuvo Vallejos.
«Por lo tanto, tenemos el convencimiento de que estamos aportando un elemento para apoyar a este sector de nuestra economía que viene sufriendo las consecuencias de la crisis económica y, en el último año, el agravamiento de la crisis determinada por la pandemia del coronavirus», concluyó.