La vida es muy parecida a un bebé que está comenzando a caminar. Hay días en los cuales andar es muy suave, liviano. El éxito es nuestro para disfrutarlo. Pero hay días de desánimo, horas de dificultad, minutos de malos entendidos y segundos de caídas.
El camino de la vida es con piedras y dificultades. Llegar a la cima tiene muchas vueltas inesperadas, es importante que se de cuenta de algunas cosas concernientes a los pozos en la ruta hacia la cumbre.
- Cualquier persona que intente mantenerse en algo puede algunas veces ser derribado.
- Mantenerse en el matrimonio, en el trabajo, tendrá desánimo, fracasos, angustia, amargura.
- Cuanto más intente hacer más probabilidades de caer tendrá:
- Tenga presente que todos en algún momento tambaleamos y nos vemos en el piso, abajo, caídos. Por el motivo que sea, por ir más rápido de lo permitido, (cómo a los bebés) puede caer.
- La diferencia entre el éxito y el fracaso está en cómo reaccionamos luego de la caída
- El fracaso no es caída, el Fracaso es permitir que nuestra caída nos deje tirados y controle nuestras vidas, un viejo amigo siempre decía «Nunca estoy caído o estoy parado o me estoy levantando»
Por el motivo que sea, la pandemia, problemas de salud, problemas económicos, familiares, cualquiera sea el problema que lo tiró al suelo, que lo hizo caer, simplemente haga como los bebés: lloran, se levantan y siguen.
Como solía decir Stephen Hawking quien falleció a los 76 años. Su vida estuvo llena de logros académicos únicos. Stephen decía: «Mientras hay vida hay esperanza»
El Señor ayuda a los caídos y levanta a los que están agobiados por sus cargas.
Salmos 145:4
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