La tendencia por la naturaleza favorece a uno de los destinos más tradicionales de la Argentina; este año sin extranjeros en las pasarelas, será más fácil cumplir con el distanciamiento social.
Las Cataratas del Iguazú, declaradas en 2011 una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo, se preparan para su primer verano de la “nueva normalidad” que estará marcado por menos visitantes, pero el mismo esplendor de siempre.
En Iguazú se preparan para recibir a los turistas de todo el país con el valor agregado de una propuesta donde se destaca la naturaleza y las actividades al aire libre. Quienes lleguen a este destino podrán disfrutar de los 275 espectaculares saltos de agua, incluyendo la Garganta del Diablo, que fue habilitada hace dos semanas tras permanecer cerrada al público por 278 días y marcó el regreso de los turistas al parque. También están habilitados los paseos en gomón, donde los intrépidos pilotos ponen la embarcación prácticamente debajo de potentes cascadas para volver empapados y agradecidos, en medio de un calor subtropical que definitivamente es parte de la experiencia selvática.
Justamente, ese pedazo único de selva paranaense también tuvo su regeneración con el cierre total del Parque Nacional más concurrido de la Argentina. Más de una vez se vieron ejemplares de yaguareté merodeando tranquilamente por las pasarelas vacías. La fauna en Iguazú es variada, con más de 400 especies de aves y 80 especies de mamíferos, incluyendo al que más se deja ver: el simpático coatí.
El impacto de la pandemia
El Parque Iguazú venía de batir consecutivamente récords de visitantes en 2018 (1.522.000) y 2019 (1.635.000 turistas), a pesar de ser dos años de recesión. Puerto Iguazú fue una de las más castigadas económicamente por el parate al turismo que impuso la pandemia, y ahora la reactivación será a cuentagotas por dos motivos: la escasez de vuelos de cabotaje y el cierre de las fronteras, principalmente el puente internacional Tancredo Neves. El viaducto que separa a la localidad argentina de Foz es el segundo paso fronterizo del país después del aeropuerto de Ezeiza, y es vital para la actividad turística y comercial. Cerrado al tránsito desde el comienzo de la cuarentena, es poco probable que reabra durante enero y febrero.
“Por el puente llegan muchos turistas brasileños y en los vuelos llegan los visitantes de otros países, vamos a tener un verano muy tranquilo y va a costar recuperar el flujo de turistas que teníamos antes del Covid-19”, explicó a la nacion, Jorge Antonio, dueño del restaurante Aqua y exgerente de dos de los principales hoteles locales.
Iguazú tenía entre 15 y 18 vuelos por día de aerolíneas tan diversas como Latam (dejó de operar en el país), Andes (ya no vuela a Iguazú), Flybondi (con servicios dos veces al día, cuando tenía cinco aviones y ahora solo llega dos veces a la semana) o JetSmart. Ahora hay cuatro o cinco conexiones aéreas por semana, principalmente de Aerolíneas Argentinas.
No todos los hoteles decidieron abrir, justamente debido a la escasez de extranjeros. Sin embargo, los más emblemáticos, como el Meliá (antes Sheraton), el único que está dentro del Parque Nacional Iguazú y cuyos jardines tienen una espectacular vista a la Garganta del Diablo, abrió hace más de un mes. También están operativos el Iguazú Grand, con el Casino más importante de la región, el Panorama, el Loi Suites y el Amerian, por citar algunos de los más conocidos.
Para los argentinos que decidan viajar a las Cataratas una de las principales ventajas este año será encontrar las pasarelas, el tren ecológico y otros paseos del Parque Nacional con menos afluencia de público, lo más conveniente para esta etapa en la que es imperioso no relajarse y conservar el distanciamiento social. “Hoy se profundiza la tendencia del turista que busca naturaleza y actividades al aire libre, consideramos que vamos a tener una buena temporada”, dijo a la nacion, Leopoldo Lucas, titular de Iturem, ente de turismo local. Lucas estima que si se logra atraer a la mitad de los 375.000 turistas que llegaron en enero y febrero del año pasado, ya será motivo para celebrar.
En cuanto a los requisitos sanitarios, Misiones es una de las provincias que exige el certificado Covid-19 negativo. Se puede ingresar con uno (menos de 48 horas) o bien realizarlo en el ingreso a la ciudad o en el mismo aeropuerto Carlos Krause. Hay que descargar la aplicación “Misiones Digital” y si se adjunta el voucher de hotel, excursión o entrada a un Parque Nacional o provincial, el examen es gratis. De esta forma, el gobierno provincial busca no penalizar al destino, sin dejar de mantener los estándares de exigencia sanitaria que lo llevaron a ser una de las provincias con menos cantidad de contagios.
Fuente: La Nación