Chocar, huir y presentarse después en la comisaría : La trágica secuencia que se repite en Eldorado
Columna

Chocar, huir y presentarse después en la comisaría : La trágica secuencia que se repite en Eldorado

Columna de opinión – Por Daniela Rivas. 

Durante los últimos tres meses, se registraron al menos tres siniestros viales en Eldorado donde se repite la misma acción: chocar, huir desaforadamente del lugar del hecho, dejando a una persona con su último aliento de vida tendida en el pavimento, y entregarse “voluntariamente” (o más bien, por presión social) unas horas o días después.

Chocar, abandonar a la víctima, huir…

Esta serie de hechos nos llevan a preguntarnos ¿Qué valor le damos a la vida? ¿Por qué el interés propio parece imponerse sobre la vida del otro? ¿Estamos ante una nueva costumbre social a causa de la impunidad?

Cronología ¿De la impunidad anunciada?

28 de enero: fue embestida por un vehículo y logró sobrevivir

Alrededor de las 20 horas del viernes 28 de enero, Mayra Muller se trasladaba en su motocicleta sobre la avenida Hipólito Irigoyen cuando fue embestida por un vehículo Ford Eco Sport blanco.

La joven sufrió traumatismo encefalocraneano (TEC) grave con contusiones hemorrágicas, fractura del hueso temporal izquierdo, fractura de pelvis y luxación de cadera derecha.

¿Y el conductor del vehículo? Se dio a la fuga.

Mientras Mayra peleaba por sobrevivir en una cama de terapia intensiva, familiares y amigos difundieron las imágenes de cámaras de seguridad para dar con el autor del hecho y hasta llegaron a ofrecer una recompensa por datos certeros. Rápidamente, la comunidad se hizo eco del pedido de Justicia.

Luego de dos días de incertidumbre, un hombre de nombre Carlos se entregó en la comisaría y reconoció ser quien atropelló a Mayra.

Tras 20 agónicos días, Mayra recibió el alta médica. El conductor fue liberado el 11 de febrero…

28 de febrero: Iba a trabajar y murió atropellado por una camioneta

A las 5:30 horas del lunes 28 de febrero, Fermín Pablo Galeano y Daniel David Díaz se dirigían a sus puestos de trabajo. Se desplazaban sobre la avenida San Martín en una motocicleta, cuando en el kilómetro 5 una camioneta Toyota Hilux los embistió de frente.

Daniel fue trasladado al hospital Samic con politraumatismo de cráneo y otras graves lesiones, mientras que su amigo Pablo falleció en el acto tras sufrir traumatismo torácico y fracturas costales.

¿El conductor de la camioneta? Se dio a la fuga inmediatamente, hacia rumbo incierto.

Ni bien se supo del siniestro vial, familiares y amigos comenzaron a pedir ayuda de la comunidad para dar con el paradero del conductor. Rápidamente, la sociedad comenzó una campaña en medios de comunicación y redes sociales para hallar al imprudente al volante.

Finalmente, en horas del martes 1° de marzo, un hombre de 23 años (cuya identidad no fue difundida y aún la familia tiene dudas) se presentó en la comisaría, junto a su abogado, y declaró que era él quien conducía la camioneta en el momento del choque…

2 de abril – Chocó a un motociclista y huyó

El último siniestro vial ocurrió a las 4:00 horas del sábado 2 de abril. Elías Rosas (21 años) se dirigía en moto a buscar a su novia, cuando una camioneta lo chocó de atrás, sobre la avenida San Martín kilómetro 11.

Elías sufrió traumatismo de cráneo grave y murió tendido en la cinta asfáltica, ante los ojos de su novia que lo esperaba a escasos metros del lugar.

¿Y qué pasó con la persona que manejaba la camioneta? Se dio a la fuga.

Nuevamente, la sociedad se sumó al pedido de datos certeros sobre el paradero de la camioneta o de la persona que atropelló a Elías.

A las 13:00 horas del mismo día, se presentó en la comisaría Gimena (22 años) quien declaró ser la conductora de la camioneta…

 

Tres hechos. Dos víctimas fatales y una persona con secuelas de por vida. En todos se repite el mismo patrón: chocar, huir y presentarse horas o días después en la comisaría, tras la condena de una sociedad que clama justicia…

¿Reconocimiento tardío y genuino de los errores o peso de la condena social?

Si de algo estamos seguros, la condena social actúa más rápido que las leyes escritas. Argentina, no lo entenderías…