La primavera en Misiones inicia con temperaturas que no son habituales para la época del año. Para los próximos días se esperan la sensación térmica 40 °C. Deshidratación, golpes de calor y quemaduras son algunas de las consecuencias que se puede sufrir en los días con temperaturas muy altas.
Los síntomas más comunes de un golpe de calor son: dolor de cabeza, náuseas, mareos, confusión, piel enrojecida, caliente o seca, fiebre muy alta. Si una persona presenta alguno de estos síntomas se recomienda llevarla a un lugar fresco, donde no esté expuesta directamente al sol, darle agua fresca, mojar la ropa con agua y colocarle una bolsa de hielo en la cabeza. Si no mejora o empeora, es conveniente llamar al servicio médico para que brinde asistencia Servicio de Emergencias 107.
Todo esto se puede prevenir si somos cuidadosos y tomamos algunos de los recaudos:
- Tomá abundante líquido para mantenerte hidratado. Si no tenés sed, igual consumí algunos sorbos de agua para evitar complicaciones.
- Evitá consumir gaseosas o alcohol.
- Si la temperatura es muy alta, reducí la intensidad de la actividad física. No olvides tomar agua mientras hacés ejercicio. Tratá de aprovechar la primera o la última hora del día, que suelen ser las más frescas.
- Evitá la exposición directa al sol entre las 10 y las 17 horas. Siempre usá protector solar, aunque esté nublado.
- Es recomendable el uso de anteojos de sol, sombrero y ropa holgada de colores claros.
- Aumentá el consumo de frutas y verduras.
- Los bebés de 6 meses o menos no deben ser expuestos al sol. Tampoco se les puede colocar ningún tipo de protección solar.
Con respecto a los alimentos, mantener en la heladera aquellos alimentos frescos y que puedan echarse a perder debido al calor. Del mismo modo, es importante verificar la temperatura y controlar el buen funcionamiento de la heladera.
Si el alimento fresco perdió la cadena de frío, tiene olor, color o textura anormales debe ser descartado. Los alimentos que pueden estar fuera de la heladera deben mantenerse en lugares limpios y frescos y al resguardo de aberturas, superficies y/o fuentes de calor. Los alimentos perecederos (incluidos la carne, el pollo, el pescado, los huevos y las sobras) que hayan estado por dos horas o más fuera del frío deberán ser desechados, así como todos los comestibles enlatados cuyos envases estén abiertos, dañados o inflados.